La casa de cultura por fin dispondrá de un ascensor

l. d. MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

a. lópez

El montacargas que se puso en su día se cerró en el 2013 por un accidente en una instalación similar

28 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El Ayuntamiento de Monforte dio a conocer ayer a través de la web municipal la adjudicación del contrato de instalación de un ascensor en la Casa de Cultura Lois Pereiro, por un presupuesto de 27.525 euros. La resolución del concurso se hizo pública un día después de que el pleno aprobase una moción del PP que solicitaba la dotación de este equipamiento. Pero el procedimiento de contratación viene de bastante atrás, por lo que la concejala del equipo de gobierno Gloria Prada afeó a los populares que pidan obras que saben que se van a llevar a cabo.

La moción del PP reclamaba, concretamente, la puesta en marcha del ascensor existente en la casa de cultura, que lleva desde el 2013 fuera de servicio y tapado con una bastidor. En realidad, no se trata de un ascensor. El debate del pleno puso de relieve que lo que se instaló en el año 2007 fue un montacargas. Nadie explicó las razones, pero parece que fue por ahorrar gastos de mantenimiento, en aquella época mucho más elevados que en la actualidad.

El montacargas se utilizaba en muy contadas ocasiones para que las personas con discapacidad pudiesen acceder a las plantas superiores. Pero en el 2013 se produjo un accidente mortal en una instalación similar en A Pobra do Caramiñal, y la Xunta recomendó que dejasen de ser utilizadas. La concejala de Cultura en aquel momento, Pilar López, actual portavoz del BNG, explicó en el pleno que fue por ello por lo que se ordenó la clausura del montacargas. La quiebra de la empresa a la que había sido adquirido impedía además su revisión y mantenimiento.

La portavoz del PP, Julia Rodríguez, defendió la oportunidad de su iniciativa por el próximo comienzo de un nuevo curso de la UNED, organismo que tiene su sede en la casa de cultura. «Non queremos que ningunha persoa con problemas de minusvalía deixe de matricularse por falta dun ascensor». La nueva instalación no resolverá, sin embargo, la totalidad del problema. Queda un aula, en una especie de buhardilla del edificio, a la que solo será posible acceder sorteando unas pequeñas escaleras.