Jesús Calleja vuela sobre (casi toda) la Ribeira Sacra

La Voz

LEMOS

El helicóptero del programa de este montañero leonés no puede entrar en la zona más escarpada del Cañón del Sil

01 jun 2016 . Actualizado a las 19:22 h.

El montañero y presentador de televisión Jesús Calleja está rodando estos días en la Ribeira Sacra uno de los episodios de la segunda temporada de «Volando voy», la serie que estrenó el año pasado en Cuatro. El programa pretende mostrar cinco territorios de la Península Ibérica en los que el paisaje marca la vida de sus pobladores y se basa en imágenes aéreas, grabadas desde helicópteros o con un dron, aparato este último utilizado en los parajes de la Ribeira Sacra que están vetados para los helicópteros por razones medioambientales. El equipo de grabación tiene preparada para este viernes en el parador de turismo de Santo Estevo una fiesta de presentación de este episodio que estará abierta al público e incluirá la proyección de imágenes grabadas estos días.

 En esta segunda temporada, Volando voy pasará por Castilla y León, Andalucía, Baleares, Cataluña y Galicia. El primer programa fue grabado en el desierto almeriense de Tabernas y esta semana el equipo trabaja en la Ribeira Sacra. Cada programa elige un pequeño grupo de protagonistas que le van dando el hilo argumental. En el caso de la Ribeira Sacra los elegidos son tres personas con profesiones directamente relacionadas con el peculiar paisaje de esta área geográfica en la que confluyen el Miño y el Sil.

Los tres protagonistas

La productora del programa no quiere desvelar todavía la identidad de estos tres protagonistas. En todo caso, Calleja participó el lunes en la grabación de una entrevista colectiva en la aldea de Pincelo, en la zona ribereña de Chantada. Charló, entre otros, con José Mouriño Cuba, biólogo, funcionario de la Xunta jubilado y uno de los impulsores de la denominación de origen Ribeira Sacra, el enólogo Roberto Regal, el músico y propietario de una casa de turismo rural Francisco Almuíña o la propietaria de un negocio de paseos en lancha por el Miño, Luisa Rubines.

Tal como se puede comprobar en las cuentas que algunos integrantes del equipo de rodaje tienen en Twitter, el helicóptero del programa ya ha sobrevolado algunas de las zonas que querían grabar. En el tramo central del cañón del Sil no han podido utilizar el helicóptero, así que han recurrido a un dron

El cañón tiene un tramo absolutamente restringido a los helicópteros, más o menos entre el embarcadero de Os Chancís y el monasterio de Santa Cristina, porque allí crían el buitre blanco y el águila real, dos aves protegidas.