Los vecinos quieren denunciar a la dueña del piso que ardió en Escairón

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Temen que pueda volver a la casa, a pesar de que quedó prácticamente destruida

22 abr 2016 . Actualizado a las 17:01 h.

Vecinos del edificio de Escairón que el miércoles sufrió un incendio tiene intención de denunciar a la propietaria del piso en el que empezó el fuego. La destrucción en el lugar en el que empezaron las llamas fue tal que los bomberos no fueron capaces de determinar cómo pudo ocurrir, pero entre los vecinos existe el convencimiento de que ella tiene algún tipo de responsabilidad en lo ocurrido. Se basan sobre todo en que no es el primer incidente de este tipo en el que se ve envuelta.

Los residentes en el número dos de la calle Pardo Bazán trataban ayer de volver a la normalidad, después de que la víspera el edificio fuese desalojado ante el riesgo de que el incendio declarado en el segundo derecha se extendiese. Después de que los bomberos controlasen el fuego sin que pasase a otros pisos, todavía tuvieron que esperar a que el arquitecto municipal revisase el inmueble y descartase daños estructurales.

El techo destrozado

A pesar de eso, una parte de los residentes todavía no quieren volver y pasan estos días con familiares. Especialmente preocupados están los propietarios del tercero derecha. Situado justo encima del que ardió, les han dicho que no hay peligro, pero ellos no las tienen todas consigo. Desde la calle se ve que la parte exterior del techo del primer piso quedó destrozada por el fuego, así que ellos temen que el suelo de su casa haya sufrido también algún daño.

En todo caso, la preocupación mayor para los inquilinos de este edificio de cuatro alturas y ocho viviendas es que pueda volver la dueña del piso en el que comenzó el incendio. Esa vivienda quedó completamente inhabitable, así que la posibilidad de que vuelva a corto plazo parece descartable, pero sus vecinos quieren asegurarse de no tener que pasar nunca por un susto como el de este miércoles. O como el de la madrugada del domingo al lunes, cuando una explosión en ese mismo piso hizo saltar una ventana y rompió una farola. O como el de hace algo más de una semana, cuando tuvieron que ir los bomberos a abrir la puerta de esa misma casa porque Guardia Civil temía que la inquilina estuviese sufriendo una crisis nerviosa y ella no contestaba al timbre.

La propietaria y única ocupante de ese piso es Sonia N. G. Hace once años resultó herida en una explosión de gas ocurrida en la casa en la que vivía en aquel entonces, en el barrio monfortino de los Abeledos. Según las fuentes consultadas, se encuentra a tratamiento psicológico.

El incendio del miércoles empezó en el salón de su piso y provocó un calor tan intenso que se derrumbó parcialmente uno de los tabiques interiores de la casa. Especialistas de la Guardia Civil tratarán de determinar el origen del fuego.

Está hospitalizada con fracturas en los dos pies a causa del salto para huir de las llamas

Las primeras informaciones apuntaban a que la inquilina del piso en el que empezó el incendio no había sufrido heridas de consideración. Pero lo cierto es que se rompió los dos pies al saltar por una ventana para escapar del fuego y sufrió también algunas quemaduras, en principio leves. Las fracturas obligarán a Sonia N.G. a permanecer ingresada durante un tiempo en el hospital de Monforte.

Su casa quedó completamente inhabitable, con el salón calcinado por las llamas un tabique desplomado y el resto de las habitaciones ennegrecidas por el humo. La puerta está precintada por la Guardia Civil, a la espera de una revisión en profundidad que pueda determinar dónde empezó el fuego y por qué razón.

Ambiente irrespirable

En el resto del edificio son visibles las huellas de lo ocurrido en las escaleras del segundo, el tercero y el cuarto piso. Cuando llegaron, los bomberos midieron la concentración de gases y les dio que el ambiente en las escaleras era irrespirable. Las llamas no provocaron daños en los pisos superiores, pero las paredes y el techo de las escaleras están cubiertas de hollín.

El polémico camión nodriza de Monforte se averió de nuevo durante la extinción de este incendio

El camión nodriza del parque contraincendios de Monforte sufrió una nueva avería mientras se encontraba en Escairón en tareas de apoyo a los bomberos de Chantada que trataban de apagar el incendio. Los dos vehículos con los que habían acudido tienen cada uno una carga de 2.500 litros y los bomberos temían que les pudiese hacer falta más agua, así que el servicio de emergencias 112 pidió al parque de Monforte que enviase el camión nodriza, que lleva 8.000 litros de agua. En Chantada no lo hay porque el que tenían sufrió un accidente el verano pasado y todavía no ha sido reparado ni sustituido por otro. El nodriza de Monforte ya sufrió una avería la semana pasada, denunciada por los representantes sindicales de los bomberos como una muestra de la poca disposición de su empresa para mantener el material de los parques en condiciones.

Al hilo de esta nueva avería, los representantes de los trabajadores de los parques de bomberos de Monforte, Chantada y Sarria denunciaron ayer que la reparación a la que fue sometido el vehículo la semana pasada fue insuficiente. «La suerte, y no otra cosa, impidió que esta nueva avería se produjese en uno de los muchos momentos críticos en los que peligran personas, bienes o la integridad física de los bomberos», dicen los representantes de la plantilla. El comité de empresa asegura que no cejará en sus denuncias «hasta que las empresas concesionarias cumplan las condiciones exigidas en sus onerosos contratos» y prometen que harán lo que esté en su mano «para evitar un desastre».