Los problemas técnicos con las cámaras de un banco de Monterroso quedaron solventados y pudieron ver perfectamente al joven que pensaban que podía ser Jordi Sobrado. Las imágenes confirmaron que no era el joven de Láncara, por lo que se cerró la principal pista que podían tener sobre su posible paradero.
La familia no renuncia a encontrarlo y ayer el padre se desplazó hasta Palas de Rei, lugar en el que afirmaban haberlo visto, pero no hallaron rastro de Jordi, lo mismo que sucediera el día anterior en Lugo.
Los buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil continuaron durante toda la jornada de ayer trabajando en el embalse de Os Peares buscando algún rastro sobre el posible paradero de Jordi Sobrado. El problema fue que la intensa lluvia apenas les permitió realizar inmersiones. La climatología adversa que está anunciada para el fin de semana también complicará en gran medida el trabajo de los buceadores.