Floración acelerada en la Ribeira Sacra y O Courel

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

El tiempo cálido del otoño ha alterado el ritmo biológico de las plantas, pero los apicultores no temen que haya problemas

12 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El otoño anormalmente cálido del 2015 ha adelantado la floración de diversas especies de plantas en el sur lucense, como en muchas otras partes de Galicia. En zonas como el entorno del arroyo de Xabrega, en Sober, ya se veían florecer las mimosas antes del inicio del período navideño. Las plantas también ofrecen un aspecto nada propio de esta época del año en la ribera chantadina del Miño. Normalmente, las flores de esta especie invasora oriunda de Australia empiezan a aparecer a partir de febrero. También ha comenzado a cambiar prematuramente la coloración de los brezos rojos (Erica australis) que crecen en la sierra de O Courel y que constituyen una parte fundamental de la alimentación de las poblaciones de abejas de la zona. Este cambio se produce habitualmente en un período más avanzado del año, cuando ya están cerca la primavera y la época normal de floración.

Pero esta aceleración del ciclo biológico de las plantas no tiene en principio por qué suponer un problema serio para la apicultura, según explica David Corral, administrador de la empresa apícola Mel da Anta, que tiene gran parte sus colmenares repartidos en diversos municipios de la montaña del sur lucense. Pero por ahora es pronto para predecirlo, porque todo dependerá de cómo evolucionen las condiciones meteorológicas durante el resto del invierno y los comienzos de la primavera. «O peor sería que seguise facendo un tempo demasiado cálido para esta época do ano -señala a este respecto- e que despois viñesen días de frío e xeadas en marzo ou abril, porque as flores que medrasen por adiantado durante o inverno botaríanse despois a perder e entón as abellas terían problemas para encontrar alimento».

Frío y lluvias

Sin embargo, Corral -que ayer estuvo inspeccionando las colmenas que su empresa gestiona en diversos lugares del municipio de Folgoso do Courel- cree que esta floración prematura iniciada a finales del otoño y principios del inverno se detendrá muy pronto a consecuencia de los cambios en la situación meteorológica. «Agora enfriou o tempo e está caendo moita auga e incluso neve», indica. Durante su recorrido de ayer, precisamente, tuvo ocasión de ver cómo nevaba por la mañana en la zona de Ferramulín y cómo caía aguanieve por la tarde en Froxán.

En opinión de Corral, «se se manteñen durante un tempo as condicións dos últimos días, con frío e moita chuvia, o máis seguro e que a savia deixe de subir nas plantas e que se interrumpa este proceso de floración». En tal caso, no habría repercusión alguna sobre el ciclo habitual de actividad de las abejas, que se seguiría desarrollando como cualquier otro año. De todas formas -agrega el apicultor- aunque se siga dando una situación meteorológica atípica durante el invierno, siempre es posible que los brezos resistan hasta marzo sin florecer. «Tamén hai ocasións en que chegan a florecer dúas veces no mesmo ano, cando vén o frío a principios da primavera e perden as flores aparecidas antes de tempo», apunta por otro lado.

Por el momento, las abejas de los colmenares de O Courel no han reaccionado ante la precoz brotación de las flores y siguen llevando su ritmo de vida normal, sin dejarse confundir -al contrario de lo que está sucediendo con la vegetación- por las anomalías meteorológicas. Es decir, permanecen aletargadas y refugiadas en sus colmenas, y las reinas no han empezado a criar, al igual que cualquier otro invierno. «As abellas son moi sabias e distinguen se o cambio é real ou se é só unha cousa temporal -dice David Corral-, e polo que se está vendo agora, parece que notan que o tempo cálido das últimas semanas non vai continuar e que aínda hai moitos días de frío e auga por diante».

Reservas para el invierno

Los responsables de Mel da Anta señalan que es fundamental proporcionar a las abejas alimento suficiente para el invierno a fin de impedir que una floración precoz como la actual las empuje a salir de las colmenas antes de tiempo a buscar flores. «Nunca tocamos o mel que gardan nas cámaras de cría das colmeas, para que teñan que comer na época de letargo», dice David Corral. A la derecha, un colmenar de Mel da Anta en la zona de Campdola, en el municipio de Quiroga