Monforte, a dos años del Gordo que estremeció la ciudad

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

Las organizaciones de comerciantes y hosteleros creen que el impacto económico del premio ha sido muy limitado

23 dic 2015 . Actualizado a las 19:59 h.

Dentro de un par de semanas se cumplirá el segundo aniversario del Gordo de la lotería del Niño que provocó un diluvio de dinero en Monforte. El efecto sigue haciéndose notar en las administraciones de lotería de la ciudad, que -al igual que el año pasado- están vendiendo importantes cantidades de décimos para los sorteos de estas fiestas. Algo parecido ocurre con las ventas de participaciones en cafeterías y a través de asociaciones. Pero al cabo de este tiempo, el efecto económico del aquel premio histórico no ha sido ni mucho menos tan espectacular en lo que respecta al comercio y la hostelería locales.

«El Gordo tuvo una repercusión mucho menor de lo que se pensó que iba a tener en un principio», señala a este respecto María José Senra, presidenta del Centro Comercial Urbano monfortino. «A lo mejor pudo notarse algo más en la venta de coches, pero el consumo habitual en los comercios no se disparó ni nada parecido después de que que cayese el premio ni más adelante», agrega.

Desde entonces, no obstante, sí ha habido una ligera recuperación en el sector y la situación es algo mejor que la que había hace dos años, pero la responsable del CCU no está segura de que eso se haya debido de alguna manera al Gordo. «Es posible que al librarse de hipotecas y de otras deudas la gente que se vio beneficiada en mayor o medida por los premios se animase a comprar algo más, pero quizá también se debe a que la gente está ahora más concienciada en cuanto a que hay que apoyar negocios locales para que se cree empleo», puntaliza.

Nuevos locales

Otro cambio que se ha producido desde enero del 2014 en el comercio monfortino es a lo largo de este tiempo consiste en que se ha abierto un buen número de negocios nuevos, aunque Senra tampoco sabe si esto puede atribuirse al efecto de los premios de la lotería. En general, en su opinión, el sector «ahora está funcionando bien», pero la mejoría puede tener diversas causas, además del hecho de que el efecto de la crisis sea actualmente algo menos severo. «Los comercios abren los fines de semana y se organizarn actividades que consiguen que la gente se quede en vez de ir a comprar a grandes superficies de otras localidades», apunta.

En lo que respecta a la hostelería, la representante local de la asociación provincial de empresarios del sector, Beatriz Vila, cree también que la situación ha mejorado en cierta medida con respecto a la de hace dos años, pero duda de que eso haya sido un efecto directo de los millones que cayeron por entonces. «Después del premio, que yo sepa, el aumento de la demanda se notó sobre todo en todo en que se encargaron más banquetes y es posible que al disponer de más dinero la gente se animase a casarse -explica-, pero por lo demás, en el consumo diario en bares, cafeterías y restaurantes no se notó nada». El dinero de los premios, a juicio de Vila, «es posible que viniese muy bien para liquidar hipotecas y esas cosas, pero la gente no se lanzó a hacer grandes gastos, porque la crisis siguió estando ahí y había que ser prudentes».

Por otro lado, Vila no cree que tenga una relación directa con los premios el hecho de que en el barrio de la Estación -donde cayó una importante porción del Gordo- se hayan abierto desde entonces numerosos locales de hostelería. «Lo que pasa es que hubo gente joven que se animó a meterse en el sector y los locales de la zona están muy cerca unos de otros, lo que ayuda a atraer gente», dice. Si la actividad ha mejorado en los dos últimos años, a su parecer, eso se debe en mayor medida a que se ha incrementado el turismo. «El trabajo de promoción de la zona ha sido intenso y ahora la gente no solo viene solo en verano o Navidades, y eso beneficia evidentemente a la hostelería», concluye.

un día histórico

En la mañana del 6 de enero del 2014, Monforte y Sober conocieron una explosión de euforia que marcó época. La lotería del Niño hizo caer repentinamente en la comarca 120 millones de euros. El premio estuvo muy repartido y fueron muchos los vecinos que se vieron agraciados con décimos de 160.000 euros. Desde entonces han tocado en la zona otros importantes premios de lotería, pero ninguno alcanzó unas dimensiones parecidas