Un popurrí de curvas, de señales que despistan y hasta de vehículos de todo pelaje

La Voz

LEMOS

<span lang= es-es >Las curvas de Guntín</span>. Uno de los tramos más lamentables que existen hoy en día en la red viaria nacional en la provincia de Lugo. La limitación a 60 por hora incluso se queda corta, porque hay curvas donde es mejor no superar los 40.
Las curvas de Guntín. Uno de los tramos más lamentables que existen hoy en día en la red viaria nacional en la provincia de Lugo. La limitación a 60 por hora incluso se queda corta, porque hay curvas donde es mejor no superar los 40.

04 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El viaje a Ourense atravesando la N-VI por Lugo, la N-547 hasta Guntín, la N-540 hasta Cambeo y la N-525 hasta la ciudad de las Burgas es un batiburrillo de lo que suponen en el 2015 las carreteras nacionales en Galicia. Trazados construidos en los años setenta y ochenta sobre viejos viales llenos de curvas y que con el paso de los años han sido remendados -si hubo suerte- con parches. La siniestralidad que fue en aumento en estas nacionales obligó a instalar las señales de limitación de velocidad, dejando el viaje a Santiago a 70 por hora y este de Ourense en 80 en la gran mayoría del trayecto. En los casi 99 kilómetros solo hay un radar fijo, en la N-525 en el kilómetro 242, en Coles, donde por cierto hay ¡un doble carril de adelantamiento a 70 por hora durante 10 kilómetros!