San Eufrasio, una olvidada ruta de peregrinación en O Incio

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

La maleza crece en el área recreativa de Val do Mao, cerca del santuario de San Eufrasio.
La maleza crece en el área recreativa de Val do Mao, cerca del santuario de San Eufrasio. carlos rueda< / span>

Vecinos de Val do Mao piden más promoción para un singular legado histórico

20 jun 2017 . Actualizado a las 13:25 h.

El estado de descuido que presenta desde hace tiempo el área recreativa de Val do Mao es puesto como ejemplo por algunos vecinos de la zona del desinterés que a su juicio existe con respecto a la promoción de una tradicional ruta que pasa por este lugar. Se trata del antiguo itinerario que une Samos con esta localidad de O Incio, donde se halla el santuario de San Eufrasio. Aunque empata con el Camino Francés, esta ruta tiene sus propias tradiciones de peregrinación, que se remontan a hace varios siglos.

En la actualidad, la maleza crece en torno a las mesas y bancos del área recreativa y oculta en parte unos paneles explicativos sobre los valores naturales e históricos de la zona. En opinión de Miguel Torre, un integrante de la comunidad de montes de Val do Mao, la ruta y el histórico santuario «están muy enterrados y muy poco potenciados» a pesar del notable interés histórico, religioso y turístico que encierran. Pese a ello -señala- el lugar recibe un buen número de visitantes, algunos de ellos peregrinos del Camino Francés que se desvían hasta el lugar y otros que vienen con el único fin de conocer el santuario. «Los fines de semana de verano puede llegar una media de entre quince y veinte personas por día», apunta Torre, quien cree que los peregrinos podrían ser muchos más con una promoción adecuada.

Falta de infraestucturas

Los vecinos consideran por otro lado que la zona carece de unas infraestructuras apropiadas para fomentar el flujo de visitantes. «Por los alrededores no hay albergues ni negocios de hostelería y debería haber más ayudas institucionales para que pudiese llegar a haberlos algún día», comenta Miguel Torre.

Según la tradición, san Eufrasio fue uno de los llamados siete varones apostólicos que llevaron el cuerpo de Santiago hasta su sepulcro de Compostela. La supuesta tumba del santo se encuentra en la iglesia de Santa María do Mao -de orígenes prerrománicos-, que presenta la peculiaridad de estar rodeada por un cementerio cubierto. Este templo y los de San Román y San Salvador, situados en las cercanías, son los únicos de Galicia que muestran esta singularidad arquitectónica. La tradición dice también que los restos de san Eufrasio fueron traídos desde Andújar -en la provincia de Jaén- durante la invasión musulmana, en el siglo VIII. Por esta razón el santuario goza de mucha popularidad en tierras andaluzas.

Un proyecto abandonado de museo en una zona por la que pasan itinerarios de gran interés

Además del camino que lleva al santuario de Santa María do Mao, por la zona pasan varias rutas de especial interés. Una de ellas lleva hasta la cercana sierra de Édramo, en la que se encuentra las gran necrópolis megalítica del monte de Santa Mariña y el castro de Formigueiros, este último en territorio del municipio de Samos. Desde aquí también se puede llegar hasta Aira Padrón, una conocida localidad de montaña situada en la carretera que une Samos con Folgoso do Courel.

Junto a la iglesia de Santa María se encuentra el edificio de la antigua casa rectoral, un notable ejemplar de arquitectura tradicional que se caracteriza por sus grandes dimensiones. La construcción perteneció originalmente a un priorato dependiente del monasterio de Samos. En el 2007, la Xunta manifestó la intención de restaurar este edificio y de convertirlo en un museo o un centro de interpretación dedicado a la historia y las tradiciones religiosas de la zona, así como a los yacimientos arqueológicos de la sierra de Édramo. Pero las obras que se hicieron en el edificio se limitar a reponer la cubierta. Del museo no se volvió hablar, ni de un albergue que el Ayuntamiento de O Incio sugirió crear en él en el 2009.