Por las cumbres de O Courel como si fuese el Himalaya

LEMOS

GUILLLERMO DÍAZ AIRA

20 ene 2015 . Actualizado a las 14:39 h.

1 La Serra do Courel no se resuelve con una sola visita. Los aficionados a estas montañas saben bien que en cada época del año muestran una cara distinta. Muchos prefieren el otoño, cuando su diversidad botánica llena el paisaje de colores, pero O Courel es recomendable en cualquier momento, también cuando amanece helado, como estos días. Lo saben bien los integrantes del club de montañismo Formigueiros, fundado hace un año por aficionados de Quiroga y otros municipios de esta comarca. Este fin de semana conmemoraron su primer aniversario con una caminata similar a la que hicieron el año pasado por estas fechas. Igual que aquella primera vez, el recorrido terminó en la cumbre del Formigueiros, que con sus 1.643 metros es la montaña más alta de O Courel.

El itinerario de hace un año empezaba en A Seara y pasaba por la laguna glacial de A Lucenza, pero el de este año fue un poco distinto. Ideada por el monfortino Guillermo Díaz Aira, que además de guía en el albergue de Quiroga es también socio del club Formigueiros, la ruta empezaba en el pueblo de Moreda y coronaba la cima del Formigueiros tras un recorrido de casi catorce kilómetros de largo y mil metros de desnivel a través de la Devesa da Rogueira y el Alto do Couto. No se trata de un itinerario especialmente difícil ni resultará extraño a los conocedores de la sierra, porque A Rogueira es uno de los parajes más visitados de O Courel. Pero muy pocos de los que conocen A Rogueira por haberla recorrido en otoño, en Semana Santa o en verano la habrán visto como está estos días, con árboles y senderos completamente cubiertos de nieve y grandes extensiones heladas -las fotografías de la ascensión podrían pasar por las de una expedición a cualquiera de las grandes cumbres del planeta-. Pese a lo que pueda parecer, esta primera parte del trayecto no fue para nada complicada. «En realidade -explica Guillermo Díaz-, facía un día ideal para andar e entre Moreda ata as fontes da Rogueira non se sentía moito frío».

Otra cosa fue el tramo final, porque la subida a la cumbre la hicieron entre la niebla y con un viento considerable. Pero aún así, la nieve tampoco fue realmente un problema serio para superar la ladera del Formigueiros. De hecho, incluso sirvió de ayuda. «Por un terreo cheo de uces como ese, é máis fácil andar con neve que sen ela», asegura el guía.

Porque nieve había para dar y tomar. En el bosque, el espesor oscilaba entre los quince y los veinte centímetros, y en la cima del Formigueiros alcanzaba los cuarenta centímetros. En general, estos días en las aldeas de la cara sur del Formigueiros, como A Seara o Visuña, hay mucha más nieve que en otras como Parada o Seoane, situadas a una altitud similar pero en la otra vertiente. La explicación es que estos días dominó el viento sur, que hace entrar la nevada por ese lado de la sierra.

En cualquier caso, la experiencia dejó contentos a la docena de montañeros que se sumaron. Igual que en la caminata inaugural, tuvieron la ocasión de ver una cara de O Courel que pocos excursionistas conocen. El año que viene repetirán con una nueva caminata. No saben de dónde saldrá ni por dónde pasará. Lo único que tienen claro es que terminará en el techo de O Courel. Eso y que habrá nieve en abundancia.

Otras excursiones

2 Los socios del club de montaña Formigueiros no fueron los únicos que se divirtieron con la nieve este fin de semana. Numerosos vecinos de Monforte y de las demás localidades situadas por debajo de la cuota de nieve, aprovecharon las jornadas del sábado y el domingo para buscar en O Incio, A Pobra do Brollón, o el monte Faro o la montaña de Quiroga lugares apropiados para disfrutar con la nieve. Afortunadamente, no hay noticias de aquí se hayan producido aglomeraciones y atascos como los de O Cebreiro.