Condenan al Sergas por un cáncer mortal diagnosticado muy tarde

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

El paciente llevaba casi 4 años yendo al médico con dolores, pero cuando por fin le hicieron la prueba definitiva solo le quedaba un mes de vida

20 ene 2015 . Actualizado a las 13:13 h.

El Sergas tendrá que pagar 70.000 euros a la familia de un hombre que murió de cáncer de vejiga sin que en el hospital de Monforte se lo hubiesen diagnosticado. El fallecido empezó a acudir al médico con dolores y sangre en la orina a principios del 2005, pero las pruebas que le hicieron en aquel momento no revelaban rastros de cáncer. Desde ese momento y hasta octubre del 2008 le hicieron distintas pruebas, pero ninguna que permitiese detectar una dolencia cancerígena. Tuvo que acudir a un médico privado para saber lo que en realidad tenía. Dos meses después le confirmaron el diagnóstico en el hospital de Santiago. Para entonces estaba muy extendido y era tarde para iniciar un tratamiento. Moriría cuatro semanas más tarde.

La viuda y el hijo del fallecido decidieron reclamar al Sergas una compensación económica por lo sucedido, pero la Consellería de Sanidade les contestó que no. Acto seguido y asesorados por el abogado Eugenio Moure, presentaron un recurso contencioso administrativo en un juzgado de Santiago que en febrero del 2014 les dio la razón. El Tribunal Superior acaba de confirmar esa sentencia, que había sido recurrida por la administración sanitaria. El Sergas tendrá que pagar 50.000 euros a la viuda y 20.000 más al hijo.

La sentencia del juzgado de Santiago confirma que el retraso en el diagnóstico privó al paciente de la oportunidad de someterse a un tratamiento contra el cáncer. El fallo reconoce que no es posible saber si con un diagnóstico más temprano el hombre habría sobrevivido. También que las pruebas que le hicieron la primera vez que acudió por primera vez al hospital de Monforte fueron las correctas y que los resultados no revelaban la presencia de cáncer. Pero los jueces critican que a partir de ese momento ninguno de los médicos que lo atendió en sus reiteradas visitas al centro de salud y al hospital encargarse una nueva citoscopia complementaria a la de la primera visita.

La prueba que no le hicieron

Dos peritos médicos que testificaron en el caso coincidieron en apuntar que la repetición de esa prueba habría permitido detectar el cáncer a tiempo para al menos iniciar un tratamiento. La citoscopia es una técnica de exploración que mediante una sonda permite al especialista ver el interior de la vejiga. En lugar de esto, le hicieron citologías y análisis de orina, que no sirvieron para detectar la dolencia.

Cronología:

-Febrero del 2005

Acude al servicio de urgencias del hospital de Monforte y lo ingresan en urología. Síntomas: hematuria (sangre en la orina) y dolor lumbar. Pruebas realizadas: citoscopia, citología y ecografía. Diagnóstico: cistitis hemorrágica

-Resto del 2005, 2006 y 2007

Siguen los síntomas y el paciente va a su médico de cabecera en repetidas ocasiones (durante la primera mitad del 2007 más de una vez al mes)

-Julio del 2007

Vuelve a urgencias. Diagnóstico: probable cólico uretral derecho. Pruebas: citología

Hasta agosto del 2008

Vuelve a su médico y a urgencias varias veces porque persiste la hematuria. Pruebas realizadas: análisis de orina

-27 de agosto del 2008

Acude a un reumatólogo privado le detecta un nódulo pulmonar. Al día siguiente le hace un Tac que confirma el diagnóstico

-27 de octubre del 2008

El hospital de Santiago le hacen una citoscopia un Tac que detectan metástasis en el pulmón, un trastorno linfático y un cáncer de vejiga muy avanzado

28 de noviembre del 2008

El paciente fallece