El nuevo paseo fluvial del Cabe estará abierto antes del verano

Luis Díaz
luis díaz MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CARLOS CORTÉS

La empresa instaló en A Pinguela la última de las pasarelas sobre el río

14 ene 2015 . Actualizado a las 05:10 h.

Los retrasos en la obra pública tienen mal encaje en años electorales. Y 2015 parece que no será una excepción. La segunda fase del paseo fluvial del Cabe estará terminada en abril o, a lo sumo, mayo próximo, según los plazos que baraja la empresa. El anuncio lo realizó el presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, Francisco Marín, que ayer se desplazó a Monforte para presenciar la colocación de una nueva pasarela sobre el río en la zona de A Pinguela. «Antes del verano, el paseo será de uso público», avanzó Marín.

Los plazos, precisaron fuentes de la confederación, vienen impuestos por la financiación mayoritaria de las obras con cargo a los fondos europeos de desarrollo regional. El coste de la ampliación del paseo fluvial, fijado inicialmente en 2,8 millones, se aproximará a los tres millones de euros, según confirmó Marín en su visita a Monforte. El Ministerio de Medio Ambiente (80%) y la Diputación de Lugo (20%) aportan los fondos precisos, mientras que el Ayuntamiento asume las expropiaciones de terrenos.

La pasarela peatonal que se instaló ayer, de 43 metros de longitud, comunica ambas márgenes aguas arriba de la presa de A Pinguela. Está a escasa distancia de la que fue montada previamente a la altura del azud, entre la antigua fábrica de curtidos y un camino que da salida a la calle de Cobas. La existencia de un tramo de ribera de algo más de cincuenta metros que queda fuera del proyecto, situado a la altura de las traseras de las últimas edificaciones del barrio de Carude, hace necesaria la colocación de este segundo puente para que el paseo fluvial no se vea interrumpido.

No están claras las razones por las que el tramo final de la calle Carude quedó al margen de la actuación que se lleva a cabo entre el Parque dos Condes y la parroquia de Piñeira. Los técnicos de la confederación pudieron comprobar ayer, en todo caso, que las quejas vecinales sobre el deterioro de la escollera en esa zona de ribera son fundadas. El presidente de este organismo indicó que se trata de un muro que, si bien contó con el beneplácito de la comisaría de aguas, fue promovido y ejecutado a nivel particular. En esta fase del proyecto, no se contempla reparación alguna.