Monforte, un oasis en el período más frío de la Edad de Hielo

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNANDEZ

Los arqueólogos corroboran la importancia del yacimiento paleolítico de Valverde, el único del período Solutrense en Galicia

02 dic 2014 . Actualizado a las 07:28 h.

Las investigaciones realizadas en los últimos años en el yacimiento paleolítico descubierto en el 2007 en el monte de Valverde, en Monforte, han acrecentado considerablemente la importancia de este enclave arqueológico. En las prospecciones y catas que se efectuaron en la zona entre ese año y el 2009 se recogieron en total 2.434 artefactos líticos. En un principio, los arqueólogos clasificaron provisionalmente un par de esas piezas como pertenecientes al Solutrense, una cultura prehistórica que se desarrolló entre hace 22.000 y 17.000 años y de la que hasta entonces no se conocía ninguna muestra en el noroeste ibérico. Pero los estudios de laboratorio han probado después que la práctica totalidad de ese conjunto es de origen solutrense.

Los resultados de estas investigaciones -encuadradas en el proyecto «Ocupaciones humanas durante el Pleistoceno de la cuenca media del Miño»- se han expuesto en un estudio publicado recientemente en la revista científica Espacio, Tiempo y Forma. El hallazgo reviste un especial valor debido al hecho de que la cultura solutrense se encuadra en uno de las etapas más frías de la última glaciación, el llamado Último Máximo Glacial, que se registró entre hace 26.500 y 19.000 años. Las condiciones extremas de esa época hicieron que gran parte de Europa quedase despoblada y que los grupos humanos se refugiasen en ciertas regiones donde el clima era menos duro. De hecho, las poblaciones solutrenses se redujeron a algunas zonas de la Península Ibérica y Francia.

Área de refugio

La presencia del yacimiento de Valverde -explica el arqueólogo Arturo de Lombera, codirector de los trabajos de campo- prueba que el valle de Lemos figura entre esas áreas de refugio, en las que un clima menos frío y más húmedo permitía la existencia de una vegetación más abundante y variada y la presencia de fauna, posibilitando la supervivencia de los grupos humanos. «Pero pensamos que la zona no fue un refugio permanente y que solo era visitada por los grupos nómadas en verano, cuando el tiempo era más soportable -dice De Lombera- y que en invierno esas bandas se desplazarían al litoral, porque en el interior el frío sería demasiado intenso».

Los investigadores creen que los pobladores solutrenses del monte de Valverde tenían contactos con el litoral cantábrico, pero señalan que también pudieron desplazarse a la costa sudoeste de Galicia. En las Rías Baixas, puntualiza De Lombera, no se han hallado rastros arqueológicos de esa época, pero eso puede deberse a la falta de investigaciones y a que muchos vestigios de campamentos solutrenses seguramente fueron sepultados por el mar, que en esa época se hallaba a más de diez kilómetros de la línea actual de la costa.