La obra desconocida del Maestro de Nogueira emerge de los muros

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNANDEZ

En Chantada recuperan pinturas de un importante artista del siglo XVI

19 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Los trabajos de restauración de los murales de la iglesia de Nogueira de Miño, en Chantada, están sacando a la luz una parte olvidada de la obra de uno de los pintores gallegos más destacados del siglo XVI. Se trata del llamado Maestro de Nogueira, un artista anónimo que precisamente debe su sobrenombre a este templo. Las pinturas que se están restaurando se hallan en el muro sur y estaban tapadas por varias capas de cal. Consisten en representaciones de la asunción de la Virgen y de la resurrección de Jesús. La existencia de esta última ya se conocía gracias a una catas realizadas anteriormente, pero de la segunda no se sabía nada.

Otras partes del templo están decoradas también con obras del mismo artista, al que el historiador José Manuel García Iglesias denominó Maestro de Nogueira y cuyo verdadero nombre aún no pudo ser descubierto por los investigadores. García Iglesias supone que el taller de este pintor trabajó en tierras lucenses en torno a la década de 1560 y considera de especial relevancia sus obras, que muestran una notable calidad técnica y artística y una patente influencia del arte manierista italiano de esa época.

Otros conjuntos

A este mismo artista se atribuyen además los murales de las iglesias de San Miguel do Monte -igualmente en Chantada-, Baamorto y Ribas Altas -en Monforte- y Entrambasaguas, en Guntín de Pallares. Las pinturas de Baamorto presentan un importante interés añadido por encontrarse en el muro exterior de la iglesia, lo que constituye un caso único en Galicia.

El delegado de patrimonio histórico del obispado lucense, César Carnero, aún no pudo observar las pinturas que están saliendo a la luz, pero considera de gran valor el hecho de que se recuperen obras olvidadas del Maestro de Nogueira. «É moi interesante que se rehabilite na maior medida posible este conxunto tan valioso -apunta-, e isto obriga a prestar máis atención á conservación da igrexa para que estas obras non se deterioren».

En opinión de Carnero, es muy probable que en las iglesias lucenses, tapadas también con cal u ocultas tras retablos de madera, se conserven otras obras de este artista que todavía no se han descubierto. El hecho de que muchas antiguas pinturas se encuentren cubiertas de cal, como en el caso de Nogueira, es muy frecuente en los templos medievales y renacentistas gallegos. En la mayoría de los casos, el encalado se hizo para desinfectar las iglesias durante las epidemias. «Pero ás veces tamén foi porque as pinturas quedaban afeadas polas manchas de humidade», explica. En todo caso, en la iglesia chantadina y en otros muchos lugares, el encalado -relativamente fácil de eliminar- ha ayudado a conservar obras de mucho valor.