Los osos cavernarios de Cova Eirós tenían familiares en Francia

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ALBERTO LÓPEZ

Un vínculo genético los une con los de la célebre cueva de Chauvet

04 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Las investigaciones sobre la fauna prehistórica de las sierras lucenses que lleva a cabo el Instituto Universitario de Xeoloxía de A Coruña han puesto de relieve una peculiar relación entre el yacimiento de Cova Eirós -en Triacastela- y la gruta de Chauvet -en el departamento de Ardèche, en Francia?, uno de los sitios paleolíticos más importantes de Europa, que fue popularizado por la película La cueva de los sueños olvidados. Los análisis de ADN han probado que los osos de las cavernas que se refugiaron en Cova Eirós en determinados periodos del Pleistoceno pertenecían al mismo linaje genético que los que vivieron en Chauvet en esas épocas.

La paleontóloga Aurora Grandal, del instituto geológico coruñés, señala que este parentesco genético se ha detectado en fósiles de Cova Eirós con una antigüedad de entre 28.000 y 31.000 años y otros de similar cronología que fueron encontrados en la gruta francesa. «Los osos de Chauvet son los parientes más cercanos que se conocen de los de Cova Eirós -explica- y tienen mucha más similitud genética con ellos que con otros osos que vivieron en Galicia en épocas anteriores». Esto es lo que sucede con los fósiles hallados en cuevas de las montañas de O Cebreiro y Courel -como las de Liñares y Ceza- hace entre 38.000 y 48.000 años, que no están relacionados con los de Cova Eirós.

Esta similitud genética entre poblaciones de osos cavernarios que vivieron en zonas geográficas tan alejadas, señala por otra parte la palentóloga, añade un dato de gran interés para el estudio de la evolución de la fauna, el clima y las condiciones medioambientales de las sierras orientales gallegas en la prehistoria.

Escasez de muestras

Por ahora, sin embargo, no es posible profundizar mucho en este estudio comparativo, ya que en la cueva francesa solo se han podido estudiar unas pocas muestras de fósiles. «En Chauvet hay muchos restos de osos, pero el acceso a esa cueva está tan restringido que de momento los investigadores solo pudieron obtener una cantidad muy pequeña», apunta Aurora Grandal.