Ocho kilómetros y cuatro millones

Carlos Cortés
carlos cortés CHANTADA / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

En Carballedo esperan las primeras obras de ampliación de la carretera de Cea para el año que viene y su final para no más tarde del 2017

24 sep 2014 . Actualizado a las 12:58 h.

Los 65 kilómetros del denominado Eixo do Ribeiro tienen un roto entre el municipio ourensano de Cea y el lucense de Carballedo. Son los ocho kilómetros de la carretera LU-901, que se quedaron descolgados de la reforma general de esta ruta porque se solapaban con lo que iba a ser el trazado de la autovía A-56 (Ourense-Lugo). Cuatro años después de la paralización de las primeras obras de construcción de esta autovía, en Carballedo claman porque la Xunta retome de una vez la mejora de la LU-901 y cierre de una vez por todas el eje.

«Nestes momentos temos por fin un proxecto de construción feito e a promesa de que a obra estará rematada en dous ou tres anos», dice el alcalde de Carballedo, Julio Yebra. El proyecto realizado por la Consellería de Medio Ambiente costó 30.000 euros y prevé un coste aproximado de medio millón de euros para cada uno de los ocho kilómetros que quedan por ampliar entre el Alto das Lamas, en el límite entre las dos provincias, y A Barrela.

Cuatro millones

En total, reformar esta carretera costará algo más de cuatro millones de euros. En la mayor parte del recorrido se respetará el actual trazado y casi no harán falta nuevas expropiaciones.

Portavoces de la consellería apuntaron hace unos días que está prevista una inversión de dos millones de euros en este proyecto. En el Ayuntamiento de Carballedo confían en que este dinero aparezca en los presupuestos de la Xunta para el 2015, lo que permitiría empezar las obras el año que viene. Si finalmente son dos millones y se gastan en la próxima anualidad y la Xunta mantuviese el ritmo inversor, la nueva carretera podría estar terminada incluso en el 2016.

Pero mientras eso no suceda, el llamado Eixo do Ribeiro seguirá acabando en el Alto das Lamas. Justo en el límite entre las provincias de Ourense y Lugo, el ancho de la carretera se reduce de forma evidente. Para los conductores es imposible no darse cuenta de que cambian de provincia. Hasta hace poco, incluso el asfalto estaba en mucho peor estado. Ahora ya no pasa eso, porque la Xunta renovó recientemente la capa de rodadura del tramo lucense, pero el cambio sigue siendo obvio porque el ancho de la carretera cambia. La suma de los dos carriles mide lo mismo, pero entre el límite con la provincia de Ourense y A Barrela la carretera no tiene arcén.

infraestructuras pendientes la reforma de la lu-901 y el final del eixo do ribeiro