La Diputación ayudará a rehabilitar la antigua iglesia de Vilasouto

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ALBERTO LÓPEZ

El organismo provincial concedió una subvención de 65.000 euros

20 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La junta de gobierno de la Diputación aprobó ayer la concesión de una ayuda económica de 65.000 euros al obispado lucense para acometer obras de rehabilitación en la iglesia de San Mamede de Vilasouto -en el municipio de O Incio-, uno de los monumentos más deteriorados del sur de la provincia. Junto con el antiguo palacio episcopal de Diomondi, en O Saviñao, este templo es uno de los dos edificios de la zona incluidos en la llamada «lista roja» de la asociación Hispania Nostra, que cataloga las construcciones históricas españolas amenazadas de ruina. Ambos inmuebles fueron consignados en la mencionada lista este año.

Según el organismo provincial, la subvención permitirá consolidar estructuralmente el edificio, que tras su rehabilitación pasará a ser gestionado por el Ayuntamiento de O Incio, ya que el gobierno local prevé crear en él un centro de interpretación. El responsable del área de Cultura de la Diputación, Mario Outeiro, señaló a este respecto que la intervención en esta iglesia ha sido «amplamente demandada polos veciños e por distintas entidades que traballan no mundo cultural, como LugoPatrimonio».

Outeiro lamentó por otro lado que esta rehabilitación se vaya a realizar sin la colaboración de la Xunta a pesar de que «a administración autonómica ten competencias claras sobre a conservación do patrimonio». El diputado provincial señaló a este respecto que representantes del Gobierno gallego participaron en unas negociaciones iniciadas hace dos años a fin de buscar una solución para este problema «pero decidiron desmarcarse posteriormente e non participar na financiación desta obra». Asimismo, Outeiro calificó de «vergoñenta» la actitud de la Xunta con respecto a la rehabilitación del patrimonio.

Cerrada desde 1970

La iglesia de San Mamede fue cerrada al culto en 1970, tras la construcción del embalse de Vilasouto, situado en sus cercanías. Desde entonces no ha tenido ningún uso y su deterioro se ha ido acentuando con el paso de los años. La situación se agravó considerablemente en los últimos tiempos, debido sobre todo al derrumbe de una buena parte de la cubierta del edificio. Las intensas lluvias caídas durante dos los dos últimos inviernos han empeorado considerablemente el estado del inmueble. Responsables del obispado han expresado su temor de que una nueva temporada invernal sin cubierta pueda provocar el desplome de los muros.