Violencia machista: Una camarera de Chantada, en estado crítico tras recibir un disparo en la cabeza

Carlos Cortés, Roi Fernández CHANTADA / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

El propietario del establecimiento y pareja de la víctima está detenido como sospechoso

27 ago 2014 . Actualizado a las 11:46 h.

Un hostelero fue detenido anoche en Chantada como sospechoso de haber dejado malherida a su pareja, que trabaja como camarera en su establecimiento. La víctima sufrió una herida en la cabeza, probablemente de bala, y fue hospitalizada en estado muy grave en el hospital Lucus Augusti, de Lugo. Allí Los médicos operaron a la herida para extraerle la bala de la cabeza, según la Radio Galega. Se encuentra estable dentro de la gravedad en la Unidad de Cuidados Intensivos, según EFE

Todo ocurrió en la hamburguesería Piscis, en el número 2 de la avenida de Ourense, enfrente de la última verbena de las fiestas patronales de la localidad. Poco antes de las diez de la noche, la Policía Local de Chantada recibía una llamada de un vecino que denunciaba que estaba pasando algo grave en ese establecimiento. Cuando los agentes llegaron, se lo encontraron cerrado, pero vieron que dentro había una mujer tirada en el suelo sobre un charco de sangre y que el propietario, Antonio F.F. estaba tras la barra. Como no hacía caso a sus requerimientos para que les abriese, los policías rompieron la cristalera y entraron. Tras un forcejeo, detuvieron al hombre y lo esposaron. En el local había una pistola.

Herida en la cabeza

En un primer momento, la mujer fue atendida allí mismo por un médico y una enfermera que estaban en la plaza disfrutando de las fiestas. Presentaba una herida en la cabeza y estaba semiinconsciente. En pocos minutos llegaron al lugar una ambulancia y una decena de agentes de la Guardia Civil, que se hicieron cargo de la investigación. Tendrán que determinar si la herida de la mujer fue causada por la pistola encontrada por los policías locales en el interior del bar.

Después de que la víctima fuese evacuada, los agentes sacaron al sospechoso esposado y tapado con un abrigo. Para entonces ya se había corrido la voz, la verbena había sido suspendida y decenas de personas se habían acercado a la hamburguesería para ver qué pasaba. Muchos le gritaron «asesino» al detenido en su corto recorrido entre la puerta de la hamburguesería y el coche policial.

La víctima, S. F. D., tiene 31 años y trabaja desde hace años en esa hamburguesería a las órdenes de Antonio F. F., que tiene algo más de 40. Los dos son vecinos de Chantada.