La Festa da Empanada, una romería que no encoge con el agua

Carlos Cortés
carlos cortés CHANTADA / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

Multitudinaria comilona campestre de despedida de las fiestas, pese a la lluvia

27 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Hizo mal tiempo, pero no importó gran cosa. Los chantadinos dijeron adiós a las fiestas de agosto con una Festa da Empanada multitudinaria, una de las más concurridas de los últimos tiempos. Familias enteras, parejas, grupos de amigos llenaron ayer los alrededores del castro de San Amaro, el mismo lugar en el que se celebra la romería anual de As San Lucas.

Hubo algunos madrugadores, pero fueron los menos. Cansados después de seis días de fiesta, la mayoría fue llegando a partir del mediodía. En cualquier caso, ya casi no quedaba sitio bajo los árboles. En mesas o sobre simples manteles estirados en el suelo, las empanadas de procedencias y contenido diverso fueron como siempre las reinas del menú.

Durante toda la mañana amenazó lluvia o lloviznó, pero de forma tan leve que casi ni llegaba a mojar el suelo. El mal tiempo respetó la comida, pero a primera hora de la tarde llegó la lluvia de verdad. Eso sí, no hubo desbandada. Los que tenían toldo ni se inmutaron y los demás procuraron cobijo bajo paraguas y plásticos. Había que esperar a las ocho, porque este año el programa venía con una novedad. A esa hora estaba previsto que empezase un concierto con el mítico grupo local de rock Rastreros, recién resucitado después de años de parón.

Ese fue el penúltimo acto de las fiestas de agosto. El último era la verbena de despedida en la plaza Santa Ana con la orquesta Los Satélites.