Un reputado chef que apuesta por los vinos de la Ribeira Sacra

LEMOS

CEDIDA

09 jul 2014 . Actualizado a las 06:55 h.

Dos variedades de uva tradicionales de la Ribeira Sacra -las llamadas merenzao y brancellao o albarello- protagonizan la primera aventura vitícola de Diego Guerrero, un reputado chef vasco afincado en Madrid que se ha animado a elaborar su propio vino. Lo hará en colaboración con la bodega Ponte da Boga, perteneciente a la empresa Hijos de Rivera, y utilizará para ello vinos de la cosecha del 2013. Con el apoyo de Rubén Pérez y Dominique Rojou, respectivamente director técnico y enólogo de la bodega, Guerrero ha apostado por la elaboración de un tinto en el que entrarán al 50% cada una de estas dos variedades, hoy minoritarias, que fueron mucho más comunes antes de la gran plaga de filoxera del siglo XIX. Según apuntan desde Ponte da Boga, el proyecto se lleva a cabo «con vocación de sorprender a los aficionados que esperan siempre un mencía de la zona». Una vez elegido el coupage definitivo, ahora se procederá a ensamblar los vinos seleccionados, que llevan diez meses de crianza.

Para el próximo noviembre está previsto que el nuevo vino se ponga a disposición de los clientes de DSTAgE, el restaurante que Guerrero abrió recientemente en el barrio madrileño de Salesas. El chef se formó en las cocinas de establecimientos tan prestigiosos como Martín Berasategui, Goizako Kabi y El Bulli. Hasta hace unos meses, Guerrero fue director gastronómico del restaurante El Club Allard, para el que consiguió dos estrellas Michelin, y cuenta también en su haber con dos soles Repsol.