«No somos tontas para que tenga que decidir el gobierno si abortamos»

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CARLOS CORTÉS

Noventa mujeres inscriben sus cuerpos en el registro de la propiedad de Monforte, como protesta simbólica contra el ministro Gallardón

14 mar 2014 . Actualizado a las 16:08 h.

Un centenar de personas se manifestaron ayer en Monforte en defensa del derecho de las mujeres a decidir si quieren abortar. La mayoría habían presentado antes en el registro de la propiedad solicitudes personales de inscripción de sus propios cuerpos. Era su forma simbólica de protestar contra la reforma de la ley del aborto que prepara el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón.

La movilización se organizó en poco más de una semana, y fundamentalmente a través de Facebook. Aunque en esta red social algo más de ochenta mujeres habían anunciado que participarían, en realidad las organizadores esperaban menos. «Estamos muy contentas, no contábamos con tanta gente», explicaba Paula González, una de las promotoras. A las cuatro de la tarde empezaron a llegar mujeres de todas las edades, y también algunos hombres, al número 29 de la calle Reboredo. En unas mesas colocadas en la calle, dos personas iban cubriendo impresos con los nombres de las que se iban sumando.

Solo en Vigo hubo más

Media hora más tarde, empezaron a subir al registro. Dejaron 88 solicitudes. Por ahora, de todas las localidades españolas en las que se han llevado a cabo protestas como esta solo se ha superado esta cifra en Vigo, donde llegaron a cien.

La acción de ayer era simbólica, pero las peticiones de registro son reales y están debidamente cubiertas, así que los responsables del servicio tendrán que responder si las aceptan o no. Les prometieron hacerlo en cuanto pudieran. Cumplido el trámite, fueron bajando a la calle. En la acera corearon durante unos minutos consignas como «Nós parimos, nós decidimos», empezaron una manifestación. Tras una pancarta con el lema «Son dona do meu corpo» caminaron por el paseo de la Compañía y el Cardenal antes de dar por terminada la movilización.

Paula González resumía así los objetivos de esta protesta simbólica: «Queremos demostrar que nuestro cuerpo es nuestro y nadie puede decidir por nosotras. No somos tontas, no somos locas, no somos histéricas ni enfermas, para que el gobierno tenga que decidir si podemos abortar o no».