Mamíferos de la sierra de O Courel en estado salvaje

Francisco Albo
francisco albo QUIROGA / LA VOZ

LEMOS

DUTCH MAMMAL SOCIETY

Un equipo científico internacional realizó un estudio de la fauna de la zona

14 dic 2013 . Actualizado a las 15:03 h.

La asociación holandesa Zoogdiervereniging o Sociedad de Mamíferos -también conocida por su nombre en inglés, Dutch Mammal Society- publicó en Internet un extenso trabajo que recoge una investigación realizada entre julio y agosto del 2012 en la sierra de O Courel, en la que fueron catalogadas 43 especies de la fauna local. La iniciativa, según explica la publicación, tenía por objetivo contibuir al estudio de los mamíferos silvestres en la zona oriental de la sierra -encuadrada en las áreas protegidas de la Red Natura 2000-, sobre cuya fauna se han hecho muy pocas investigaciones científicas.

El trabajo de campo fue organizado a raíz de una colaboración que mantuvieron los miembros de esta asociación con el científico portugués Paulo Barros, quien los puso en contacto con el biólogo gallego Roberto Hermida, que ha realizado estudios sobre la fauna de O Courel, principalmente sobre las poblaciones de murciélagos. En la investigación tomaron parte diecisiete personas de nacionalidad holandesa, belga, española y portuguesa, que durante ese tiempo se alojaron en el albergue de la Federación Galega de Montañismo de la localidad quiroguesa de A Seara.

Cámaras y trampas

Para estudiar la fauna de mamíferos de la zona, los investigadores recurrieron a diversas técnicas. Por una parte, en diversas zonas de la sierra se instalaron doce cámaras-trampa que permitieron obtener veinticinco imágenes diurnas y nocturnas de cinco especies propias de la zona: lobo, zorro, jabalí, corzo y marta. Por otro lado, se colocaron varias trampas para capturar y estudiar ejemplares vivos de varias especies. Mediante este sistema se consiguió uno de los principales objetivos del proyecto, que consistía en comprobar la presencia en los ríos de la sierra del desmán de los Pirineos (Galemys pyrenaicus), un poco conocido animal semiacuático que está emparentado genéticamente con los topos y las musarañas. Esta especie, endémica del norte de la Península Ibérica, se encuentra en peligro de extinción y se desconoce el volumen total de su población en las zonas donde se conserva. En la publicación, los científicos lamentan haber causado involuntariamente la muerte de los dos únicos ejemplares que pudieron capturar, uno de ellos al parecer por estrés y el otro, al quedar enredado en la trampa. Después de tales incidentes no se hicieron más intentos para atrapar ejemplares de esta especie.

Capturas de roedores

Las demás capturas de animales de pequeño tamaño resultaron menos problemáticas y permitieron registrar la presencia de otras cinco especies que habitualmente no son fáciles de ver: musaraña ibérica (Sorex granarius), topillo nival (Chionomys nivalis), lirón careto (Eliomys quercinus), topillo agreste (Microtus agrestis), ratón de campo (Apodemus sylvaticus) y ratón leonado (Apodemus flavicollis).

El equipo de investigadores también instaló varias redes para capturar murciélagos, lo que permitió identificar once especies. El hallazgo más notable en este terreno -explican los científicos- fue el del murciélago ratonero gris (Myotis spA), cuya presencia no se había registrado antes en esta zona geográfica. En Galicia solo se había detectado su presencia en el entorno de los ríos Navia y Eume.

Además de estos métodos, los científicos también identificaron diversas especies mediante avistamientos de ejemplares en su medio natural, la observación de huellas y osamentas y el análisis de egagrópilas, es decir, bolas de alimentos no digeridos que regurgitan las lechuzas, en las que se pueden encontrar restos de pequeños animales. A veces los registros fueron auditivos, como los de aullidos de lobos.