Ermitaños modernos y ecológicos en la fuente del Santo Baño

carlos rueda / francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CARLOS RUEDA

Dos jóvenes británicos crean una granja en una parroquia monfortina

25 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La antigua vivienda que ocupó en su día el sacerdote Leopoldo Sanmartín en las cercanías de la fuente del Santo Baño -en la parroquia monfortina de Vilamarín- tiene nuevos inquilinos desde hace un año y medio. Dos jóvenes ciudadanos británicos que prefieren ser llamados solo por sus nombres de pila, Andru y Paris, adquirieron la casa y la finca para crear en ella una granja ecológica a la que llaman Xardín do Cernunnos, aludiendo al nombre del dios de la fertilidad y la tierra de la mitología céltica.

Andru y Paris compraron por 12.000 euros la vivienda y una finca anexa de 10.000 metros cuadrados después de buscar un terreno idóneo para su proyecto en Francia, Asturias y otras zonas de Galicia. «En Gran Bretaña los precios son prohibitivos y no podíamos encontrar nada que nos sirviera», explican en una mezcla de castellano e inglés.

La casa presentaba el inconveniente de que su cubierta consistía solo en una placa de hormigón, sin ningún tejado por encima. Los nuevos ocupantes construyeron sobre ella una estructura inspirada en las yurtas, las tradicionales tiendas de campaña de los mongoles, que ahora les sirve de dormitorio, mientras que el resto de la vivienda se sitúa en la parte de abajo.

Cultivos variados

En los dieciocho meses que llevan viviendo en Vilamarín han trabajado intensamente plantando árboles frutales, zanahorias, cebollas, coles, patatas, puerros, guisantes, tomates, judías, calabacines, lechugas, cacahuetes, garbanzos, fresas y algunas variedades de origen tropical. Al mismo tiempo crían algunas gallinas, elaboran mermeladas de arándano, mora, grosella y frambuesa y se inician en la apicultura con tres colmenas que el año pasado les dieron sesenta litros de miel. En sus cultivos utilizan únicamente abonos orgánicos.

La electricidad que consumen es generada por paneles solares y el agua procede de dos manantiales cercanos. Por ahora, la producción de la granja se destina solo al autonconsumo de sus propietarios y sus visitantes. Andru y Paris resaltan por otra parte las buenas relaciones que mantienen con los vecinos de los núcleos próximos de Gándaras y O Chao. «Estamos muy agradecidos porque nos ayudaron a instalarnos y hasta nos dieron comida», dicen.