La medalla de bronce de Saleta Fernández en el campeonato de España Cadete del pasado domingo en Oviedo puede y debe suponer un punto de inflexión en la aún incipiente carrera deportiva de la joven saltadora monfortina. En una disciplina con una elevada complejidad técnica como es el salto de altura, las mejoras en dicha prueba pasan por una repetición correcta de los distintos gestos técnicos, que impliquen una mejora del rendimiento deportivo.
A favor de Saleta están unas buenas medidas antropomórficas, una gran reactividad en la pierna de batida y a pesar de su frágil apariencia, un determinante espíritu competitivo. En los aspectos a mejorar están la carrera de aproximación a la batida y la concentración y visualización global en el momento del salto. Elementos de mejora lógicos en una atleta aún en la categoría cadete, y de los que no tengo ninguna duda que con el trabajo diario junto a un entrenador con tanta experiencia y bagaje técnico como es Fernando González, se pulirán en el futuro. Y por supuesto, en el plano afectivo, esta medalla es una inmensa alegría para todos los que conformamos la familia atlética de A Gándara.