Juzgan a García Adán por la agresión que denunció un cliente del Queens

lugo / la voz

LEMOS

El imputado de la operación Carioca dijo que no estaba en el club

11 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

José Antonio García Adán, el principal imputado en la operación Carioca, fue trasladado de nuevo ayer desde prisión hasta los juzgados lucenses para sentarse en el banquillo de los acusados. Le imputan un delito de lesiones, por el que el fiscal le reclama dos años y seis meses de prisión, del que se declaró inocente. Lo denunció en noviembre del año 2008 un cliente del club Queens que lo acusó de pegarle un golpe en la cabeza con un palo cuando protestaba porque una de las prostitutas del local se negó a realizarle el servicio que habían pactado.

García Adán explicó en la vista que el 16 de noviembre del año 2008 ya no era el propietario del club Queens. En aquella época, según dijo, como mucho era el apoderado en temas administrativos y no frecuentaba las instalaciones. La víctima de la agresión tampoco reconoció al proxeneta como una de las personas que integraban el grupo que lo agredió cuando iba a protestar porque una de las prostitutas se negó a realizar el servicio que habían pactado previamente.

El cliente no lo vio

Según el cliente, él no vio a García Adán en el grupo que le propinó patadas, puñetazos y un golpe con un palo de madera. Explicó que otros clientes que esperaban para subir a las habitaciones fueron los que le comentaron que había sido él el autor del garrotazo. Reconoció que conocía al dueño del club porque había ido en alguna ocasión a llevar bebidas.

El fiscal en sus conclusiones manejó la teoría de que el cliente apaleado tenía miedo de posibles represalias y por eso no había querido reconocer que había sido el acusado.

Para el abogado de García Adán, que pidió la absolución de su patrocinado, no existen pruebas que demuestren que su cliente estuviera en el club Queens ese día ni que fuera él la persona que golpeó al denunciante.

En la agresión en el club el cliente sufrió dos heridas incisas en el labio superior, que precisaron varios puntos sutura. Tardó en curar ocho días, de los que ninguno de ellos estuvo incapacitado para sus ocupaciones habituales. Como secuela le quedó una cicatriz. El Hospital Xeral envió una factura de 320,61 euros por la asistencia sanitaria prestada en la madrugada del 16 de noviembre. El fiscal también pide el abono de una indemnización de 400 euros para la víctima por las lesiones y por las secuelas.

Comparecencias

José Manuel García Adán compareció hace semanas en el juzgado para acudir a una prueba preconstituida de una denuncia presentada por su ex mujer, por malos tratos. La juez que se encarga del caso, independiente de las diligencias derivadas de la operación Carioca, quiso garantizar el testimonio de la víctima a través de esta figura jurídica.

La ex pareja del proxeneta relató el calvario al que estuvo sometida durante varios años. La primera comparecencia para la prueba fue pospuesta por un problemas con los abogados y se realizó días después, una vez que se solucionó la incidencia.