«Cova Eirós es un referente para todo el Paleolítico gallego»

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

De Lombera codirige una nueva campaña arqueológica en Triacastela

10 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Arturo de Lombera codirige junto con Xosé Pedro Rodríguez las excavaciones del yacimiento de Cova Eirós (Triacastela), donde hoy comienza una nueva campaña arqueológica, la cuarta que se realiza dentro del proyecto de investigación del paleolítico lucense promovido por la Universidad de Santiago.

-¿Qué han aportado las excavaciones de Cova Eirós al estudio del paleolítico gallego?

-Lo más significativo es que aquí tenemos una secuencia de yacimientos de diferentes épocas que abarcan casi todo el Pleistoceno Superior, desde hace unos 118.000 años hasta hace unos 12.000. Es una serie muy completa que puede servir de referente para el estudio del Paleolítico en todo el noroeste ibérico. Al ser un yacimiento en cueva, conserva una gran cantidad de materiales -como fósiles de animales, sedimentos, restos orgánicos carbonizados- que nos dan mucha información sobre las condiciones climáticas y ambientales de esas épocas. Además, es uno de los pocos yacimientos que conservan rastros de la transición del hombre de Neandertal al Homo sapiens moderno. En toda la Península solo hay una veintena de lugares que contengan las huellas de las dos especies.

-¿Qué se puede esperar de esta nueva campaña?

-Las tres campañas anteriores se dedicaron a hacer sondeos para conocer la estructura del yacimiento, saber qué periodos de la prehistoria están representados aquí y valorar su potencial. Ahora que ya tenemos esos datos, vamos a iniciar lo que se llama una excavación en área, que abarcará una gran parte de la superficie de la cueva. De esta forma esperamos obtener muchos más materiales de los diferentes periodos del Paleolítico que ya tenemos identificados. También reservamos un pequeño espacio del suelo de la cueva para seguir excavando en profundidad y ver si hay niveles arqueológicos anteriores al más antiguo que localizamos hasta ahora, un nivel neandertal de 118.000 años. Por el momento la excavación ha llegado a un metro y medio de profundidad y sabemos que por debajo hay otros dos metros de sedimento que también pueden contener niveles arqueólogicos. Averiguar si los hay realmente será uno de los objetivos básicos de esta campaña y de las siguientes.

-¿Cómo va el estudio de los materiales recogidos en los últimos años en el valle de Lemos?

-Las prospecciones arqueológicas en esa zona terminaron el año pasado y ahora hay un trabajo de análisis que no se ve, pero que pronto dará sus frutos. Con todo el material que recogimos podemos reconstruir la evolución del paisaje y de los patrones de asentamiento humanos en los últimos 400.000 años. Ahora se está trabajando mucho en la evolución geomorfológica de la zona, la datación de las terrazas y los niveles fluviales... Los resultados de estas investigaciones se irán dando a conocer poco a poco en publicaciones científicas.

-Tanto usted como Xosé Pedro Rodríguez trabajan también en las excavaciones de Atapuerca. ¿Que relación puede haber en los yacimientos paleolíticos de Burgos y los del sur de la provincia de Lugo?

-En Atapuerca tenemos representada la sucesión de todos los poblamientos humanos desde hace 1,3 millones de años. Es la secuencia más completa de la Península y por elllo sirve de referencia para las investigaciones de los yacimientos paleolíticos en muchos otros lugares, como los que estamos estudiando en Galicia. Comparar las industrias de uno y otro sitio nos ayuda a comprender las adaptaciones tecnológicas ocasionadas por las condiciones ambientales. Por ejemplo, en Atapuerca abunda el sílex y la mayoría de los artefactos están fabricados con este material, mientras que los cuarzos y las cuarcitas solo tienen un uso secundario. En Galicia ocurre lo contrario: el sílex escasea y los cuarzos y cuarcitas se usaban con mucha más frecuencia como materia prima. También hay similitudes técnicas entre las industrias achelenses de Monforte y las de algunos niveles de Atapuerca, como ocurre con otros muchos yacimientos de ese periodo.

arturo de lombera arqueólogo