El experimento puesto en práctica en el municipio de Negueira de Muñiz por el BNG y los independientes que se presentaban bajo esa sigla no resultó, ni para unos ni para los otros. Los nacionalistas se quedaron sin el concejal que tenían y perdieron 54 votos, pese a que solo hay 201 personas censadas y a que la abstención pasó del 40,58% en el 2007 al 9,45 del domingo.
El censo se redujo en algo más de un centenar de electores y el PSOE mantuvo casi invariables sus 90 votos, en tanto que los populares pasaron de no obtener ninguno a 59. Además de retornar a la corporación, los populares consiguieron unos importantes votos en la lucha por el diputado provincial, que fue muy intensa, aunque al final les resultase infructuosa.
Pero el resultado de las elecciones también fue frustrante para Luz Rossel y sus compañeros de la candidatura nacionalista. Pretendían llevar al consistorio propuestas de acuerdos adoptados de forma asamblearia, respondiendo a la filosofía de la vida que ponen en práctica en las parroquias de la otra orilla del embalse de Grandas, en las que residen tres de los cinco candidatos. En cambio, al alcalde le resultó su estrategia.
La experiencia fracasó porque solo recibió 27 votos. De todas formas, son más que los 10 conseguidos por los nacionalistas en Pedrafita, municipio con una corporación de nueve miembros.