La policía nunca inspeccionó el Volvoreta y solo fue una vez al Eros

José Fernández LUGO / LA VOZ

LEMOS

Los dos clubes acabaron siendo clausurados por la jueza Pilar de Lara

10 may 2011 . Actualizado a las 10:47 h.

Las actuaciones de la policía y la Guardia Civil en materia de extranjería y prevención del tráfico de personas con fines de explotación sexual en los clubes de alterne lucense se contaban con los dedos de una mano y, sobraban. Hubo años en los que agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad efectuaron una única intervención relacionada con ambas materias. A lo largo de las diligencias de la operación Carioca, los investigadores reclamaron las estadísticas de estas actuaciones y se quedaron boquiabiertos. Hay clubes que no llegaron a ser pisados oficialmente por la policía o la Guardia Civil en mate ni una sola vez en diez años.

Uno de los casos llamativos lo constituye el Volvoreta que, curiosamente, fue clausurado por orden de la jueza Pilar de Lara Cifuentes, al inicio de las investigaciones. Su presunto responsable, José Fernández, un guardia civil en situación de retiro, fue detenido y figura como uno de los imputados. Este establecimiento se encuentra en la calle Illas Cíes de Lugo.

De acuerdo con los informes que llegaron a poder de los investigadores, no hay ninguna referencia a una inspección en este establecimiento. Cuando los agentes y la jueza efectuaron la entrada en el local comprobaron que las condiciones del mismo no eran las más adecuadas higiénicamente hablando.

Resulta también muy llamativo el hecho de que la policía efectuara únicamente un control al club Eros, del cual era responsable José Marcos Grandío Ascariz, encarcelado en su momento e imputado. Se le considera como uno de los principales integrantes de la trama. El club, al que prendieron fuego en numerosas ocasiones con oscuros fines, también era uno de los refugios de uno de los grupos que formaban parte de este grupo relacionado con los tejemanejes de los burdeles.

La intervención del Cuerpo Nacional de Policía en este club de Garabolos (en el que en los últimos días hubo actuaciones ya que fue retirado un coche que estaba en el aparcamiento y cerrado el acceso al mismo con una cancilla metálica) tuvo lugar en la medianoche del 28 de junio de 2006. Durante la misma fueron detenidas cuatro personas por infringir la Ley de Extranjería en lo que respecta a los derechos y libertades de los trabajadores extranjeros. En el operativo intervinieron seis agentes, uno de ellos en prácticas.

A este establecimiento acudían con frecuencia policías a tomar copas y, supuestamente, a mantener relaciones sexuales. También lo hicieron agentes de la Guardia Civil, según los datos obtenidos en la investigación.