Absueltos tres de los acusados por una pelea en Rosende

La Voz MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

La reyerta se produjo durante las fiestas de la parroquia de Sober en el año 2001 y terminó con varios heridos

08 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Tres de los cuatro acusados por un tumulto que terminó con varios heridos en las fiestas parroquiales de Rosende (Sober) en el año 2001 han sido absueltos del delito de lesiones que les imputaba la Fiscalía. El cuarto de los acusados tendrá que pagar una multa menor. El primer juicio por aquellos incidentes no se celebró hasta julio del 2010, casi nueve años después de ocurridos los hechos. En un principio, había cinco procesados, pero uno de ellos falleció antes del juicio.

La sentencia dictada el año pasado absolvía a tres de los imputados, a los que el cuarto acusaba de haberle propinado una paliza. Este último fue el único condenado, pero no a un año de cárcel por un delito de lesiones, como pedía el fiscal, sino a una multa de 240 euros por dos faltas de maltrato.

Esa primera sentencia fue recurrida por el único condenado, que pedía la condena de los otros tres acusados por haberle propinado una paliza. El caso fue revisado el pasado mes de febrero por la Audiencia Provincial de Lugo, que acaba de elaborar un nuevo fallo que confirma las absoluciones, pero también rebaja a la mitad la multa que tendrá que pagar el único condenado como consecuencia del altercado.

Se enfadó por un eructo

De acuerdo con la sentencia confirmada por la Audiencia Provincial, durante la madrugada del 29 de septiembre se produjo en el lugar en el que se celebraba la fiesta de Rosende un altercado que empezó por un eructo. Un chico que entonces tenía 15 años salió de la cantina en la que estaban todos los procesados y echó un sonoro eructo. Al oírlo, Carlos M.G. salió a recriminárselo, lo insultó y le dio una patada en el trasero.

En el juicio, este acusado aseguró que solo había sido una patada cariñosa «para que dejara de hacer guarrerías». Los otros tres acusados, en cambio, testificaron que Carlos se había comportado durante toda la noche de una forma «borde y agresiva». Tras el incidente con el chaval que había eructado no tardó en producirse otro enfrentamiento, esta vez entre Carlos y el también acusado Jorge V.I., que acabó recibiendo un puñetazo al parecer porque le echó en cara que no hubiese puesto dinero para la bebida que se estaba consumiendo en la fiesta.

Según la sentencia, al enterarse de este segundo incidente, el ya fallecido Gonzalo V.G. fue a pedirle explicaciones a Carlos, que reaccionó pegándole a él también un puñetazo. A Jorge el golpe no le había producido heridas importantes, pero Gonzalo se cayó al suelo y sufrió un traumatismo craneal con esguince cervical. Tardó siete días en curar y durante cuatro estuvo impedido para trabajar.

Lo persiguieron

A continuación, Carlos echó a correr hacia su casa. Detrás de él salieron a la carrera los otros dos acusados, Jorge V.I. y Alejandro V.G., y otros jóvenes sin identificar. El perseguido acabó ingresado en el hospital de Monforte con traumatismo craneoencefálico, sangre en el tímpano derecho, policontusiones y síndrome postraumático. Estuvo cuatro días hospitalizado y tardó en curarse 166 días, de los cuales 114 tuvo que permanecer de baja.

La sentencia no considera probado que los parroquianos que salieron en persecución de Carlos llegasen a pegarle golpes y patadas. Solo da por acreditado que Jorge forcejeó con él. Las heridas que sufrió se las habría producido al caerse de un muro en una zona de matorral cuando escapaba.