Maridos a tres mil euros

josé Fernández LUGO / LA VOZ

LEMOS

Integrantes de la trama buscaban hombres para que se casaran con empleadas de algún club para legalizar su situación en España

17 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La mafia que estaba detrás de la trama de los burdeles lucenses lo arreglaba todo. Incluso procuraba maridos para que las mujeres que trabajaban en los clubes y corrían el riesgo de ser expulsadas pudieran salvarse pasando por el altar. A lo largo de las diligencias, los investigadores hallaron varios casos de matrimonios muy dudosos, de alguno de los cuales incluso llegaron a tener constancia los servicios de extranjería de la comisaría. En su momento también fue requerida información al Obispado de Lugo para saber cuántas bodas bajo sospecha estuvieron avaladas por la iglesia.

Por ahora no hay constancia de cuántos matrimonios blancos fueron promovidos por los integrantes de la trama, si bien varias mujeres declararon haberse casado como única vía para eludir la expulsión. Los testimonios obtenidos en la investigación apuntan a que los maridos cotizaban a precios que oscilaban entre los 3.000 y los 5.000 euros.

Varias mujeres aseguraron haber pagado dichas cantidades por tener esposo y, en efecto, lo tuvieron. A mayores tuvieron que hacer frente a a minutas, que consideraron muy elevadas, presentadas por abogados que los dueños de los clubes tenían de mano para la tramitación de todos los documentos necesarios.

Se dieron casos de mujeres que contrajeron matrimonio en una situación económica muy delicada. Además de tener que pagar la deuda que habían contraído con la trama por venir a España a trabajar en los prostíbulos tenían que desembolsar los 3.000 o 5.000 euros por el marido. Por eso, se dio el caso de que alguna mujer tuvo que pedir prestado el traje a algún amigo, como así sucedió con una brasileña que se casó en una parroquia de Verín (Ourense). En la capital lucense hay constancia de alguna boda de estas características en A Milagrosa, según reseñaron algunas fuentes.

Asistieron guardias

Se da la circunstancia de que a alguna de las bodas supuestamente arregladas asistieron como invitados algunos miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad. Tampoco era rara su presencia en algunos bautizos, como es el caso de la hija de José Manuel García Adán.

Las facilidades que las mujeres encontraban en Lugo parece que no las hallaban en ninguna parte. De hecho, por los clubes circulaba el comentario de que en extranjería eran blandos y que podían arreglarse muchos papeles teniendo amigos.

Crónica matrimonios de conveniencia