La policía perdió datos claves e hizo atestados incompletos

José Fernández LUGO / LA VOZ

LEMOS

Un inspector extravió la identidad de una mujer identificada en un club

15 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Los escándalos de la Carioca salpican por partida múltiple a la comisaría lucense. No solo fueron detectadas presuntas irregularidades en la brigada de Extranjería, sino que también se apreciaron otros aspectos anómalos en el funcionamiento de una institución que no debería tener fallo alguno. Un inspector perdió la documentación que le entregaron sobre la identidad de una mujer que fue identificada en el Queens. Esta actuación policial, llevada a cabo por dos agentes en el prostíbulo de José Manuel García Adán, no quedó reflejada, supuestamente, en ninguna parte. Además, el atestado sobre dicha intervención fue elaborado de forma incompleta, lo que motivó que la jueza tuviera que enviar un oficio a la comisaría para que los responsables del asunto volvieran a hacer las cosas con arreglo a la legalidad.

A mediados de agosto de 2010, un hombre se presentó en la comisaría para denunciar que había estado en el Queens con dos mujeres y que le habían robado una cadena. A pesar de que su versión fue acogida con recelos -algunos agentes no descartaron que se tratara de una denuncia falsa, porque la misma persona había tenido otros problemas similares- se pusieron en marcha unas diligencias consistentes en la identificación de las mujeres a las que hacía referencia el denunciante.

Hasta el club de alterne de O Ceao fueron unos agentes que localizaron a una de las mujeres referenciadas. Identificaron a esta persona y tomaron nota de su identidad, sin embargo no le reclamaron el pasaporte, y parece que ni tan siquiera comprobaron cuál era su situación en España.

Al llegar a comisaría los policías pasaron los datos a su jefe, un inspector. Se los dejaron anotados en una hoja y no fueron incorporados a atestado alguno. El inspector que se ocupaba del asunto estaba de vacaciones y, al volver, resulta que no encontró ningún dato sobre la mujer en cuestión porque la nota se perdió. A pesar de faltar un dato tan fundamental como es la identidad de una denunciada, fue confeccionado el correspondiente atestado.

Los datos fueron entregados a un inspector al que varias mujeres identificaron durante las investigaciones como una de las personas que iba por los clubes. Éste, en vez de ordenar que nuevamente fuera identificada la mujer en cuestión procedió a hacer el informe. Cuando la juez se enteró de lo ocurrido lo primero que hizo fue reclamar a la comisaría que empezaran de nuevo.

La jueza imputó a un total de 11 agentes del Cuerpo Nacional de Policía. Son: el inspector jefe de la brigada de Extranjería, el subinspector de dicho departamento; un inspector de policía judicial, un oficial perteneciente a la unidad de delitos violentos, seis policías (algunos de ellos en la brigada de seguridad ciudadana) y un policía destinado en el denominado grupo de filtros del aeropuerto de Barajas, en Madrid.