Agentes municipales también pidieron ayuda al Queens para poder jugar al fútbol sala

La Voz

LEMOS

12 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

José Manuel García Adán, a través de su prostíbulo de O Ceao, fue todo un mecenas para policías y guardias. Financió las camisetas de agentes de la comisaría, las carreras de moto de un guardia civil y ahora también se supo que agentes municipales recurrieron a él para poder tener la equipación necesaria para jugar en una liga interna de fútbol sala.

Evidentemente Adán volvió a mostrarse colaborador y no dio la espalda a los solicitantes. Atendió la petición, incluso a la carta. Uno de los agentes le fijó incluso las tallas de los pantalones y las camisetas, la X y la XL para que no hubiera problemas y sirvieran a todos los agentes que estaban dispuestos a formar parte del equipo.

Donde hubo alguna discrepancia parece que fue en la publicidad que debía lucir el equipamiento. El promotor o promotores de la iniciativa deportiva no tenían ningún problema por llevar a sus espaldas la publicidad del Queens. Sin embargo en algún momento del proceso decidieron, parece que con ciertas reticencias de Adán, que las camisetas tuvieran un pequeño logotipo, a modo de escudo, del burdel. El presunto proxeneta deseaba sacar partido en todos los sentidos: que su publicidad se viera y que, además, se le hicieran favores.

No es de extrañar que ante esta situación el responsable de los burdeles pidiera que le echaran un cable en algún tramite o que le quitaran bastantes multas.

Adán llegó a encargar siete camisetas y otros tantos pantalones, todo de color azul. Sin embargo a última hora parece que este material no llegó a recogerse. Los promotores del equipo solicitaron hora para jugar los partidos en el pabellón polideportivo de O Palomar, pero no se la dieron, al menos en la franja que ellos querían.

Agradecimiento en el club

Dice el refrán que es de bien nacidos ser agradecidos y parece que el promotor del equipo se lo tomó a la letra. Supuestamente, llegó a comentarle a García Adán en algún momento que la inversión que haría en las camisetas la rentabilizaría a posteriori. El plan parece que pasaba porque los miembros del equipo, en algún momento, tenían pensado ir de cena y, después, ir a tomar copas en el Queens.

También el responsable del Eros llegó a colaborar con actividades deportivas. El propietario dio dinero a un club de boxeo y a un corredor de rallies. A cambio exhibían la publicidad del burdel que ahora está totalmente calcinado. En el caso del vehículo de carreras el anuncio iba colocado en el parabrisas delantero.