Paneles de colores contra miradas indiscretas

c.c. chantada / la voz

LEMOS

16 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La única ala en uso del edificio municipal multiusos de Chantada luce desde la semana pasada con más colorido que antes. La razón es que el Ayuntamiento ha decidido matizar un tanto la transparencia de la fachada, rematada con grandes ventanales de cristal que dejan ver desde el exterior todo lo que sucede en las oficinas. Ahora se sigue viendo, pero menos, porque las ventanas están parcialmente cubiertas con paneles de colores. El objetivo, explica el teniente de alcalde, Alfonso Piñeiro, es preservar la intimidad de las personas que trabajan en esas nuevas dependencias y de los ciudadanos que tienen que acudir a ellas.

A esa parte del edificio multiusos, situada en el extremo de la derecha, visto desde el centro de la plaza de Galicia, se mudaron hace unas pocas semanas los servicios sociales, el centro de información a la mujer y el grupo de desarrollo local que gestiona los fondos del plan Leader para las comarcas de Chantada y A Ulloa. Las oficinas de los servicios sociales del Ayuntamiento están en el primer piso, el centro de información a la mujer en el segundo y las oficinas del plan Leader en el tercero. Además, en la cuarta planta hay una sala de juntas de usos múltiples, que en estos momentos está temporalmente cedida a Independentes Terras do Asma para que esta formación política la utilice como sede.

Había otras opciones

Los paneles tienen colores distintos en cada piso. En la puerta de entrada a esta parte del multiusos hay un listado de las dependencias que hay en cada piso, en el que cada una aparece identificado con el color correspondiente.

Los paneles son láminas de vinilo colocadas directamente sobre el cristal. El Ayuntamiento eligió esta opción entre diferentes soluciones técnicas que cumplían el objetivo de ocultar parcialmente las oficinas de la vista de los transeúntes. Los responsables municipales aseguran que la alternativa elegida es también la más barata y la que les pareció más respetuosa con la estética del nuevo edificio municipal. La compra de estas placas costó 2.500 euros.