Absuelto un vecino de Saviñao acusado de violar a una mujer

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

La Fiscalía pedía 10 años, pero el el tribunal considera poco creíble a la víctima

26 ene 2011 . Actualizado a las 09:36 h.

El vecino de O Saviñao que fue juzgado en diciembre tras ser acusado de violación ha sido absuelto. El tribunal que juzgó el caso considera poco creíble el testimonio de la mujer que lo denunció. La Fiscalía pedía una condena de diez años de prisión.

La acusación se basaba casi en exclusiva en el testimonio de la presunta víctima, aunque el fiscal también esgrimió un informe pericial que concedía credibilidad a las declaraciones de la mujer supuestamente agredida. La sentencia, dictada por la sección segunda de la Audiencia de Lugo, sostiene en cambio que «las afirmaciones de la denunciante carecen de la necesaria credibilidad».

La mujer que presentó la denuncia y el procesado viven en O Saviñao, pero en aldeas distintas. Según la supuesta víctima, José Luis R. G. se presentó en su casa durante la madrugada del 19 de mayo del 2008 y le pidió que le abriese la puerta porque «había decidido que fuese su mujer». Siempre según esta versión, ella le dijo que se marchara y él se fue, pero a los veinte minutos volvió contando que había tenido un accidente con el coche y amenazando con tirar la puerta abajo, así que ella le abrió por miedo a que entrase por la fuerza en la casa, en la que en ese momento se encontraba también su hijo de 22 meses. La mujer asegura que una vez dentro le enseñó a José Luis la habitación en la que podía echarse a dormir pero que él insistió en mantener relaciones sexuales con ella, que por miedo a que se pusiese más violento y pudiera pegarle a ella o a su hija.

Solo el testimonio

A la mañana siguiente, la mujer acudió al cuartel de la Guardia Civil de Escairón y presentó una denuncia.

El fallo, firmado por el magistrado José Manuel Varela, empieza por reconocer que en los delitos sexuales es habitual que el testimonio de la persona agredida resulte trascendental para determinar la veracidad de los hechos. Pero para que una condena se apoye exclusivamente en el testimonio de quien denuncia la agresión, sus declaraciones tienen que ser creíbles, verosímiles y continuadas en el tiempo sin ambigüedades ni contradicciones. Y el tribunal entiende que en este caso no se da ninguna de estas condiciones.

La sentencia menciona, por ejemplo, que en la declaración que presta ante la Guardia Civil la mujer no menciona que el acusado hubiese esgrimido una navaja para amenazarla, un detalle que sí cuenta durante la instrucción judicial del caso. Los jueces también encuentran raro que la mujer pasase por el Ayuntamiento antes de ir al cuartel y no mencionase nada de lo que le había sucedido a la asistenta social, con la que tenía contacto porque desde ese servicio vigilaban que tomasen una medicación que le había prescrito el médico.

Ajeno a la lógica

De la misma forma, la sentencia estima «extrañamente comprensible» y «ajeno a la más mínima lógica» que la mujer admitiese que tras la violación el acusado se había quedado dormido -llegó a decir que lo sabía porque le oía roncar- y que, a pesar de eso, ella no intentase siquiera escapar de casa con su hija o al menos llamase por teléfono para pedir ayuda.

En este caso se da la circunstancia además de que no hay ninguna prueba médica que avale la existencia de una agresión sexual. En vista de todo ello, los jueces interpretan que no hay ninguna prueba de cargo que permita «enervar la presunción de inocencia del acusado».

El abogado monfortino Iván Torres, que ejerció de defensor del acusado en este juicio, mostró ayer por la tarde su satisfacción por la contundencia de los argumentos con los que la sentencia desmonta la credibilidad del testimonio que fue utilizado como base para la incriminación de su cliente. Una vez conocido el fallo, el letrado admite además su asombro por el contenido del informe pericial encargado por la Fiscalía en el que dos especialistas certificaron que el testimonio de la víctima resultaba creíble. «Resulta inquietante -argumenta- que se pueda basar una acusación tan grave como esta únicamente en un pretendido informe psicológico que más parece un ejercicio de adivinación, sobre todo a la luz de esta, a mi juicio, acertadísima sentencia, y en un testimonio tan endeble como el de la denunciante».

Posibles calumnias

El abogado sostiene además que a la luz de la sentencia su defendido estudiará la posibilidad de presentar una denuncia por calumnias.

En el juicio por este caso, que se celebró en la Audiencia Provincial de Lugo, la acusadora no llegó a declarar en persona. Lo hizo mediante videoconferencia, en un recurso que los tribunales suelen aceptar en casos de agresiones sexuales en los que las víctimas alegan miedo a encontrarse con su supuesto agresor.