El juzgado que se ocupa de la Carioca pierde a la jueza de apoyo y a varios funcionarios

La Voz LUGO/LA VOZ.

LEMOS

04 ene 2011 . Actualizado a las 02:00 h.

El Juzgado de Instrucción número 1 de la capital lucense vuelve a vivir momentos caóticos como consecuencia de la falta de medios y el gran volumen de trabajo. En esta oficina se encargan de hacer frente, con gran esfuerzo y dedicación por parte de algunos de los funcionarios, a la operación Carioca, una investigación de un calibre y un calado que no se recuerda en ningún juzgado de la capital. La situación actual es de gran trabajo, poco personal y, encima, no le renovaron (según explicaron ayer diversas fuentes) a la jueza de apoyo que vino ocupándose en los últimos meses de prestar un gran auxilio a la titular para que pudiera dedicarse enteramente a las investigaciones relacionadas con la trama de los burdeles.

Fuentes de la Federación de Servicios Públicos de la UGT, consultadas ayer sobre el particular, aseguraron que la situación en el juzgado, al igual que sucede en los demás de instrucción de la capital lucense, era muy complicada. Al gran volumen de asuntos y trabajo, unido a que la dotación de personal no es suficiente, hay que añadir ahora la marcha de dos funcionarios que optaron por incorporarse al nuevo Juzgado de Vigilancia Penitenciaria. Esta sala, que comenzó a funcionar el pasado viernes, no tiene por ahora gran trabajo, según expresaron diversas fuentes. Para los funcionarios procedentes del juzgado de instrucción supone, desde luego, una mejora en sus condiciones de trabajo. Hasta ahora en Instrucción número 1 tuvieron que afrontar guardias y en ocasiones largas declaraciones de imputados de la operación Carioca que están en curso.

No se cubre una plaza

Fuentes del aludido sindicato indicaron que, para añadir todavía más complicación a la situación que se vive en dicho juzgado, resulta que la plaza que dejó uno de los funcionarios que se fue a Vigilancia Penitenciaria no será cubierta, ni tan siquiera con un interino (al menos por ahora) porque su puesto no se amortiza. Cada juzgado debe tener dos gestores cuando antes eran tres y aquellas salas que tenían este número no se cubre la vacante cuando hay ausencias.

Además de la falta de funcionarios, el juzgado también se queda sin la jueza de apoyo designada hace unos meses como consecuencia del gran volumen de trabajo que tenía la titular. Ayer no fue posible determinar si el juzgado seguiría contando con otro juez o si, por el contrario, se queda nuevamente con uno. En cualquier caso, de volver a contar con un nuevo juez y no renovar a la persona que estaba actualmente, supondría un serio inconveniente para el trabajo cotidiano de la sala. Un nuevo profesional tendría que ponerse al tanto de los muchos asuntos que tenía encomendados la persona a la que no renovaron.

Más juzgados de instrucción

Prácticamente todos las fuentes relacionadas con el mundo judicial consultadas ayer coinciden en señalar que es urgente que en Lugo sea creado un nuevo juzgado de instrucción. Se trataría de la cuarta sala de estas características. No hay duda alguna de que las tres que hay actualmente están saturadas y mal dotadas de personal.

El número 1 se ocupa de la Carioca, como ya se sabe; el 2 lleva asuntos también de gran trascendencia, como el caso de la trama de los carnés chinos y ahora tiene encomendada la investigación relacionada con el polémico edificio del Garañón, en las cuestas del parque. El número 3, además de resolver casos relacionados con la violencia de género (es el que se ocupa de estos asuntos), tiene también en marcha investigaciones de gran calado como, por ejemplo, la operación en la que se investiga la explotación de marroquíes, el caso de las multas de Tráfico y de la Policía Municipal y también la denominada operación Rei, que afecta al Concello de Castro de Rei.

Las salas dos y tres tienen grandes carencias. En todos los casos faltan medios incluso técnicos. Las juezas deben recurrir, en ocasiones, a medios manuales propios de otras épocas por la carencia de programas adecuados interconectados entre las distintas oficinas judiciales.