Un registro climático de hace 100.000 años en O Courel

Francisco Albo
Francisco Albo QUIROGA/LA VOZ.

LEMOS

El instituto geológico Parga Pondal intenta obtener más datos sobre el medio ambiente prehistórico en la cueva de Arcoia

15 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Investigadores del Instituto de Xeoloxía Isidro Parga Pondal, de la Universidade da Coruña, tomaron muestras de una estalactita de la cueva de Arcoia, en O Courel, con el fin de obtener nuevos registros climáticos de la prehistoria. Los científicos esperan que el análisis de los isótopos de carbono y oxígeno y de los minerales radiactivos contenidos en esta formación calcárea les proporcione datos sobre el clima que reinaba en la zona en un período que puede oscilar entre hace 75.000 y 100.000 años, aproximadamente.

Otros análisis de este tipo realizados anteriormente sobre una estalagmita de la misma cueva proporcionaron datos climáticos de hace 14.000 años, que se dieron a conocer el año pasado. Ahora se ha elegido una estalactita de mayor tamaño, lo que en teoría permitirá retroceder mucho más atrás en el tiempo. Según explica el director del instituto geológico, Juan Ramón Vidal Romaní, «la estalactita que se utiliza en este nuevo análisis tiene cerca de medio metro de altura, por lo que al menos puede tener 75.000 años, teniendo en cuenta que estas formaciones suelen crecer a un ritmo de unos diez centímetros cada 15.000 años». No obstante,-añade el geólogo, «es posible que sea más antigua y que se acerque a los 100.000 años, porque el ritmo de crecimiento depende de la velocidad con que caen las gotas de agua y no siempre es proporcional al tamaño de la estalactita».

Registro continuado

Estos estudios se encuadran en un proyecto que esta institución desarrolla desde hace cuatro años en colaboración con la universidad norteamericana de Georgia. «Que nosotros sepamos, es la primera vez que se realiza en Galicia este tipo de análisis, que se ha utilizado también en algunas cuevas de Asturias y de los Pirineos», señala Vidal Romaní. El objetivo es elaborar un registro lo más continuado posible de la evolución del clima de la zona durante largos períodos de tiempo. Los datos que se obtienen de esta forma pueden ayudar a comprender mejor los mecanismos que regulan los cambios climáticos y servirán también para conocer con más precisión las condiciones ambientales en las que vivieron las poblaciones humanas del Pleistoceno. «Los registros climáticos que nos puede dar la estalactica que estamos estudiando ahora corresponden aproximadamente a la época en que vivieron los neandertales del yacimiento de Cova Eirós, en Triacastela», apunta a este respecto Vidal Romaní. Los responsables del estudio no saben cuándo estarán disponibles los nuevos datos, pero suponen que podrán conocerse durante el 2011.

Para realizar los análisis, los investigadores cortan las estalactitas y estalagmitas si estas formaciones son de pequeño tamaño. «Entre las que pueden servir para estos estudios, escogemos con cuidado las que tienen menos valor estético, porque las grutas ya están bastante estropeadas por el vandalismo», explica el geólogo. El instituto universitario tiene previsto estudiar más adelante una estalactita situada en otra cueva de la sierra, de unos doce metros de altura, de que la se pueden obteber datos climáticos de épocas mucho más antiguas. Pero en este caso se utilizará otra técnica. «Pensamos usar pequeños taladros para extraer muestras a diferentes alturas, a fin de conseguir datos de distintas épocas», puntualiza el director del instituto universitario coruñés.