Xosé Manuel Beiras lleva unos años sin presentarse a unas elecciones. Ni mucho menos se ha retirado de la política, porque es el muy activo portavoz de la corriente interna del BNG Encontro Irmandiño, pero lo cierto es que no tiene la proyección pública de otros tiempos. A pesar de eso, mantiene un tirón popular muy considerable. Ayer consiguió llenar casi por completo el salón de actos de la Casa da Cultura de Monforte, un objetivo a priori complicado para una conferencia política sobre el árido asunto de la crisis económica, sus responsables y sus alternativas. Claro que el acto tenía algún aliciente ajeno a la presencia de Beiras, como ver a Xosé Lois Soutelo , el que fuera muchos años la cara visible del BNG en Monforte. Soutelo dejó el Bloque poco después de la designación de Severino Rodríguez como candidato a la alcaldía, pero hace unos meses se dio de nuevo de alta como afiliado dentro del Encontro Irmandiño. El acto lo presentó la responsable local del BNG en Sober, Paula Vázquez Verao , y a Soutelo le correspondió resumirle al público la trayectoria vital y política de Beiras. Y en ese papel estuvo. Quien buscase en su intervención alguna alusión crítica a Severino Rodríguez se fue con las ganas. Lo más parecido fue quizás su llamamiento a que los buenos resultados electorales no hagan olvidar la necesidad de «organizar á cidadanía». Y en cuanto a Beiras, que fue aplaudido cuando entró en la sala con el público ya sentado, hizo un llamamiento a una «rebelión cívica» contra «os que tomaron ao asalto electoral o goberno autónomo para esmagar este país no nome do gando asnar, do aznarato» y contra un estado de cosas en el que, dijo, son los poderes financieros los que dictan a Zapatero qué medidas tiene que tomar para superar la crisis. Su rebelión consistiría en que los ciudadanos ejerciesen «todos os días os seus dereitos, porque a democracia non é algo que está aí sen máis, como pensan moitos dos que non padeceron directamente a bota do franquismo, senón que hai que utilizala para mantela viva». Es, dijo, la única manera de «reconquistar polo menos un certo estado de benestar». Entre el público, no estaba el alcalde de Monforte, Severino Rodríguez, pero sí la concejala de Cultura, Alicia Cadarso , y la de Xuventude, Estrella Formoso . También acudieron el alcalde de A Pobra do Brollón, José Luis Maceda , el teniente de alcalde de Chantada, Alfonso Piñeiro , o los portavoces del Bloque en las corporaciones de O Saviñao, Xosé Manuel Rodríguez , y Pantón, Suso Álvarez .
Las dificultades económicas de las que habló Beiras no parecen estar afectando por ahora al consorcio turístico de la Ribeira Sacra, de acuerdo con el balance que presentó el presidente de la entidad, Juan Carlos Armesto , en una reunión celebrada ayer en la casa consistorial de Escairón, donde se habló también de las perspectivas para el 2011. La situación económica del consorcio -indicó Armesto- puede considerarse buena, ya que se mantiene el superávit que se venía registrando en los últimos ejercicios y los compromisos de financiación van por buen camino. El consorcio tiene garantizadas unas ayudas de unos 40.000 euros cada una por parte de las diputaciones de Lugo y Ourense y dispone aún de buena parte de un fondo de 176.000 euros concedido por el Estado para el período 2010-2011. Las aportaciones de la Xunta -al igual que el último año- no se recibirán de una sola vez, sino que se irán confirmando a medida que se presenten proyectos. En fin, que las cuentas van tan bien que incluso se rebajará la aportación de los ayuntamientos a este proyecto, que el año próximo pasará de un euro a cincuenta céntimos por habitante. En total, los ayuntamientos pondrán unos 31.000 euros. Habrá que hacer votos para que el consorcio logre contagiar a toda la Ribeira Sacra esta situación de bonanza de la que disfruta.
Dejaremos ahora las arduas cuestiones económicas que tanto están marcando esta época para terminar con algo más alegre y gratificante. En la Casa de Cultura chantadina se inauguró una exposición que recoge los trabajos realizados durante el verano por los niños que asistieron a un curso de pintura impartido en este centro. Porque además de disfrutar de las sesiones cuentacuentos y otras actividades que acogió la Casa de Cultura en el período vacaciones, también hicieron sus pinitos artísticos y el resultado es una serie de obras llenas de colorido y de contenido variado... aunque predominan las clásicas figuras amarillas de la familia Simpson.