Las recientes investigaciones en Cova Eirós hacen que César Llana se muestre optimista hacia un conocimiento de los ancestrales habitantes de Triacastela
02 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Un pequeño equipo de investigación con personas entregadas a los estudios del paleolítico superior hace que César Llana, profesor de prehistoria de la UNED y técnico de museo de la Xunta, se muestre optimista. En la década de los cincuenta según él, Galicia estaba a años luz en este tipo de investigaciones pero, hoy, los resultados muestran que Triacastela y otros municipios de la provincia esconden grandes joyas prehistóricas que están por descubrir.
-¿Cómo eran las sociedades que habitaron Galicia?
-Estaban muy bien ordenadas. Eran nómadas y se movían por el territorio en función de la caza. Seguían a los animales y tenían muy claro cuáles eran los puntos a los que se tenían que desplazar para subsistir en cada época. Desde luego, aunque hoy formen parte de la prehistoria, estaban muy avanzados y compartían grandes conocimientos.
-¿De qué manera?
-Creemos que era en esos largos desplazamientos cuando aprovechaban para comunicarse entre tribus y darse a conocer los avances realizados tanto en la caza como en los complementos decorativos. Es evidente que los animales que cazaban influían en el tipo de armas empleadas pero, desde el centro de la Península Ibérica hasta Galicia o Portugal, sus métodos eran casi iguales.
-Habla de complementos, ¿eran presumidos los hombres del paleolíticos superior?
-Los utilizaban como trofeos o medallas tras sus capturas. Hoy, estos collares están entre los objetos que más encontramos, eso es un símbolo de que había personas dedicadas a realizarlos y llama la atención especialmente que esta especie de globalización de hoy en día ya estuviese presente por aquella época. Hay adornos encontrados en los Pirineos, el País Vasco y Asturias, exactamente iguales a los hallados en Galicia.
-¿Cree que quedan restos por encontrar?
-Aún queda mucho por excavar. El territorio gallego, y sobre todo el de la provincia de Lugo, favorece que se creen cuevas o yacimientos en los que, si bien es difícil encontrar huesos humanos porque el clima los deteriora, hallamos muchos restos de antiguas tribus.
-¿Se podría permitir una paralización de la búsqueda como la de mitad de siglo?
-No. Hemos avanzado mucho en los últimos años y paralizar las investigaciones sobre el paleolítico superior sería un suicidio cultural. Por eso precisamos seguir recibiendo fondos.