Ada Lorenzo Taboada es educadora social de Solidaridad Intergeneracional, una asociación que tiene su local en la sede del Sindicato Labrego de Chantada.
-¿Cuál es su labor en Solidaridad Intergeneracional?
-Es una asociación a nivel estatal sin ánimo de lucro, dedicada a fines de ayuda social. Trabajo en un proyecto con el Sindicato Labrego Galego que se puede dividir en tres acciones. Por un lado, divulgo información sobre nuevas tecnologías en tres municipios de Lugo y cuatro de A Coruña. Por otro lado, imparto cursos de formación para cuidadores de personas dependientes en el medio rural, para aprender a envejecer y prevenir la dependencia y para fomentar la alfabetización digital. La tercera acción son charlas informativas sobre la Ley de Dependencia. En definitiva, se trata de hacer llegar el conocimiento de los servicios sociales al medio rural.
-¿En la aldea hay calidad de cuidado para el dependiente?
-Por una parte se ha avanzado mucho, porque el cuidador conoce más los recursos y hay mayor formación. Pero a veces el aprendizaje de muchos familiares es a base de sentido común y de fallos y aciertos.
-¿Cuál es el perfil del cuidador rural?
--Abunda el rostro femenino y casi siempre es un familiar del dependiente. También hay programas en los que es un vecino o un amigo el que cuida con una compensación.