Un puñado de expropiaciones impiden aún empezar la A-56

LEMOS

17 dic 2009 . Actualizado a las 15:16 h.

El proyecto está contratado, la constructora tiene sus máquinas sobre el terreno, pero en el tramo de la autovía A-56 entre Cea y A Barrela apenas se han hecho unos mínimos desmontes. La empresa no puede avanzar porque faltan un puñado de expropiaciones por pagar. «Faltan tres letras e media», dice el alcalde, Julio Yebra Pimentel, entre irónico y desesperado. Se refiere a que han cobrado todos menos los que tienen apellidos que empiezan con tres letras concretas del abecedario. Para esos parece que todavía no hay fondos.

Las obras de este tramo están adjudicadas desde agosto del año 2008. En junio, el ministerio anunció el desbloqueo de los fondos necesarios para pagar el depósito previo a los dueños de los terrenos por los que pasará la autovía. Sin eso, los afectados no tienen por qué dejar entrar a las máquinas en sus terrenos. La promesa de Fomento se concretó poco después, porque en verano los expropiados empezaron a cobrar. Pero el dinero se repartió por orden alfabético, y como parece que no había para todos, los apellidos que empiezan por las letras que habían quedado para el final todavía no han cobrado.

Según las fuentes consultadas, los representantes del ministerio aseguran sobre el terreno que hay dinero para todos. Pero el caso es que queda un puñado de propietarios que no han cobrado y por tanto no dejan entrar a los obreros en sus fincas, que para colmo no están agrupadas en una zona determinada sino que se encuentran esparcidas por todo el tramo. De forma que las máquinas apenas pueden avanzar porque enseguida se topan con una de las parcelas aún sin pagar.

El tramo Cea-A Barrela fue el primero contratado de la A-56. Son 8,8 kilómetros que costarán 32,2 millones de euros. Lo abrirá Vías y Construcciones.