Los responsables de la Indicación Xeográfica Protexida Castaña de Galicia partieron prácticamente de cero y se marcaron objetivo conseguir el nivel ya alcanzado por denominaciones como algunas del sector del vino, que en pocos años le dieron la vuelta a la situación. Tanto el presidente, Jesús Quintá, como el secretario, Manuel Vilariño, destacan la calidad y características de la materia prima.
A este último tampoco se le escapa que por superficie, producción e tradición, «a castaña é o primeiro froito de Galicia, porque coas 20.000 toneladas estimadas supera ao kiwi», que é o segundo máis comercializado. Con estos mimbres, la IXP tiene un amplio campo de trabajo, pero está casi todo por hacer.
Desde la aprobación de la Indicación Xeográfica Protexida, a principios de este año, fue constituida una directiva provisional que llevará las riendas hasta las primeras elecciones, que probablemente las harán coincidir con las del resto de los consejos reguladores de Galicia.
El equipo directivo lo integran el presidente, el vicepresidente y el secretario, además de seis vocales en representación de los productores; tres de los comercializadores y otros tres representando a las industrias. La sede probablemente estará en Ourense, aunque la decisión será tomada en la próxima reunión.
Ourense es la provincia que más peso tiene ya que todo su territorio está dentro de la IXP. También se podrá certificar la producción de castañas de todas las comarcas de Lugo salvo A Mariña, en tanto que de A Coruña y Pontevedra quedan dentro de la indicación geográfica las zonas del interior.
Están reconocidas 21 variedades de la castaña sativa, que son las que se producen en Galicia. Con respecto a las zonas de producción, el organismo regulador no impone una extensión mínima, por lo que se pueden certificar todos los soutos y zonas de árboles de frutos.
Vilariño considera que la Administración ya dio un paso fundamental el año pasado, cuando incluyó la castaña en el apartado de frutas y verduras, en lugar de «outros produtos do bosque». Esto posibilita que se puedan pedir subvenciones para plantar castaños en zonas autorizadas para árboles frutales.
De todas formas, el secretario de la IXP señala que queda todo por hacer en materia de profesionalización del sector, cuidado de los árboles, plantación con marcos que permitan mejorar la producción y en los trabajos de recolección, que se tendrán que mecanizar todo lo posible.