Familias lucenses pagan los estudios de 4 niños ugandeses operados en Lugo

LEMOS

21 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Cuatro niños ugandeses que salvaron la vida al ser operados en Lugo por la oenegé Cirujanos del Mundo tienen ante si un nuevo horizonte. Varias familias lucenses se están haciendo cargo de financiar la educación de Francis Ojok, Ambrose Nuwarinda (8 años), George Kajjubi (11 años) y Ambrose Abondo (13 años), que regresaron a Uganda tras recuperarse de las intervenciones a que fueron sometidos en el Polusa.

Los cuatro proceden de familias pobres -Abondo es huérfano-, que no pueden pagarles estudios. Llegaron a la ciudad amurallada de la mano de los cinco cirujanos que integran el colectivo solidario, y que desde hace más de una década se desplazan al Hospital Central de Mulago, en Kampala, al menos una vez al año. En la capital ugandesa tratan a niños y adultos de Ruanda, Kenia, Tanzania, Uganda, Sudán y Burundi que padecen graves enfermedades de cuello y cara.

En 2006 y 2007, la oenegé pudo traer a Lugo, con el apoyo económico de la Diputación, a siete críos con patologías maxilofaciales terminales. Comían con mucha dificultad, casi no podían respirar y, en varios casos, sufrían enormes malformaciones. Las monjas de la Casa Diocesana de Lugo cuidaron de los pequeños en Galicia, donde vieron por primera vez el mar o la nieve, como destacó la religiosa Teresa Rodríguez, quien recordó a la pequeña Joyce Fachan, también operada en Lugo. «Está perdida na selva», lamentó la mujer, que no tiene noticias de ella desde hace tiempo. Dos de los niños intervenidos no tienen dificultades y sus familias pueden asumir el coste de su educación.