Más de 300 lucenses firmaron para que se reabra el crimen de O Ceao

X. C.

LEMOS

01 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Más de trescientos lucenses ya dieron su apoyo firmado a los familiares de las víctimas del crimen de O Ceao, cometido hace quince años, para que se reabra la investigación. En la primera jornada de recogida pública de firmas el apoyo de la ciudadanía fue muy satisfactorio, según explicó ayer María Isabel Rodríguez López, hermana de la cajera que murió a tiros, encargada de llevar a cabo la iniciativa.

Durante el fin de semana Isabel y otros familiares seguirán recogiendo más firmas. Tienen previsto desplazarse a algunas localidades de la provincia para lograr el apoyo del máximo número de personas. Las trescientas rúbricas obtenidas ayer fueron recogidas entre las tres y las seis de la tarde, en una mesa instalada en la plaza Maior de la capital lucense.

Entrevista con el comisario

Las gestiones que inició María Isabel Rodríguez López, para intentar lograr que el caso no quede en el olvido después de quince años, parece que no van cayendo en saco roto. Días pasados habló con el subdelegado del Gobierno, José Vázquez Portomeñe y le planteó sus inquietudes. Este fue receptivo y ahora la hermana de la cajera ya está citada para un encuentro en la tarde del lunes en el que estará presente el subdelegado del Gobierno, el comisario jefe y representantes de la comisaría lucense.

La hermana de una de las víctimas solicitará en ese encuentro que vuelva a investigarse nuevamente el caso después de los estrepitosos fracasos de los investigadores que abordaron el caso después de producirse éste.

Si la respuesta del subdelegado fue favorable, no puede decirse lo mismo de la de la Audiencia Provincial a donde también recurrió Isabel. En este organismo la despacharon, a través de una llamada telefónica, diciéndole que si quería saber algo del asunto que se dirigiese a la comisaría de policía.

María Isabel no quiere darse por vencida y seguirá llevando a cabo gestiones porque considera que el asunto es de tal gravedad que no puede acabar archivándose y pasando a la historia de los crímenes sin resolver. La hermana de la cajera seguirá intentando más entrevistas.