Cuarenta alumnos, dirigidos por un equipo docente de cuatro profesores, pertenecientes al obradoiro de emprego Recuperación Aeródromo de Rozas, iniciaron las obras de acondicionamiento de las instalaciones, propiedad del Ministerio de Defensa y que explota el Real Aeroclub de Lugo. La inversión prevista supera los 800.000 euros. Los emplearán en el abono de los salarios del personal que trabajará en la rehabilitación del hangar, en las torres de control, de la antigua escuela universitaria de pilotos, que nunca llegó a funcionar como tal y en el ajardinamiento de la finca de tres millones de metros cuadrados de superficie, que forma parte de las instalaciones.
La aspiración del aeródromo de Rozas es la de convertirse en un punto de distribución de mercancías, aprovechando su situación estratégica.
El obradoiro comenzó a trabajar en el 25 de junio pasado en cuatro modalidades diferentes: jardinería, albañilería, carpintería metálica y soladores. El primer equipo, en el que figuran numerosas mujeres, avanzaron en el desbroce de buena parte de la maleza de la finca. Los dos operarios del Real Aeroclub de Lugo, que trabajan todo el año, no son suficientes para el mantenimiento de la finca de tamañas proporciones.
Cuatro módulos
En la jornada de ayer un grupo aprendía a dar masas en uno de los edificios del conjunto de Rozas. Otro se dedicaba a restaurar las vigas de hierro oxidado de la torre de control; los módulos de albañilería y de carpintería metálica también funcionaban a pleno rendimiento en la rehabilitación del edificio de la terminal del aeródromo.
Los alumnos del obradoiro comenzarán posiblemente la semana próxima, según el presidente del Aeroclub de Lugo, Luis Abelleira, la restauración del hangar y de las tres torres de control.
Hangar
El hangar que se conserva, con una cúpula de cerca de 50 metros formaba parte de un conjunto de tres. Los otros dos fueron desmontados y trasladados pieza a pieza a Palma de Mallorca y a Cuatro Vientos, en Madrid. Según Abelleira, que permaneciera en Lugo el actual hangar, del que destacó su estructura, se lo deben los lucenses al que fuera alcalde de Lugo, Ramiro Rueda, que realizó las gestiones necesarias para que no lo desmontaran, coincidiendo con los primeros pasos de creación del Real Aeroclub de Lugo. La reparación del hangar será la que más trabajo dará a los operarios, dadas las medidas de seguridad que son necesarias por las características del trabajo. Tendrán que instalar unos andamios que deberán mover en 20 ocasiones.