¿Crismón o tabla adivinatoria?

Francisco Albo
Francisco Albo QUIROGA

LEMOS

Reportaje | Curiosidades del patrimonio arqueológico La célebre pieza paleocristiana de Quiroga ha dado pie a un singular debate en un foro de Internet, en el que se afirma que sirvió para prácticas esotéricas paganas

19 oct 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

?l crismón de Quiroga, una de las más célebres obras del arte paleocristiano gallego, ha sido objeto de un apasionado debate en Internet. Numerosas personas han participado durante meses en una discusión acerca del carácter cristiano o pagano de esta pieza en un foro del portal de temas históricos Celtiberia.net. La discusión se entabló ya el año pasado al incluirse en este foro un texto firmado por Carlos Sánchez Montaña en el que se planteaba la hipótesis de que el crismón quirogués podría no ser una pieza de origen cristiano, sino un objeto utilizado para prácticas adivinatorias y relacionado con la religión pagana romana. Esta teoría ha sido después desarrollada en el foro en sucesivos mensajes que llevan la firma Lucusagusti . El defensor de este punto de vista menciona un texto de Amiano Marcelino, escritor latino del siglo IV, en el que se describe un objeto que se utilizaba en «un ritual sagrado de consulta» y en el que estaban grabadas todas las letras del alfabeto latino. Según explica, este objeto era una mesa que «se colocaba sobre un trípode metálico que permitía su correcta nivelación. Una esfera recorría el perímetro de la tabla, deteniéndose en cada letra señalada. La repetición sucesiva de la operación permitía la escritura del mensaje o respuesta». El autor de dichos mensajes, que dice haber estado trabajando más de dos años en su investigación, sostiene que el crismón de Quiroga sirvió originalmente para prácticas de este tipo. En su opinión, quienes supuestamente lo utilizaban como oráculo hacían rodar una bola de vidrio por la acanaladura existente en sus bordes, en la que está escrita en latín la leyenda: «El oro es vil para ti, las riquezas de la plata abátanse, más es lo que brilla por tu propia felicidad». Rechazo Pero esta curiosa hipótesis ha sido muy criticada por otros participantes en el foro digital. Uno de ellos, que firma como A.???M. Canto, dice que la pieza que describió Amiano Marcelino era «una ouija de andar por casa» y opina que no consistía en un disco de mármol, como el crismón quirogués, sino en una patena o bandeja metálica, de la que se han hallado muestras en otros lugares. Señala además esta persona que en el crismón no está grabado un alfabeto latino, sino «frases completas, con mucha repetición de letras y ausencia de otras». Otro participante en el debate -en que han intervenido otras personas, aportando en total cerca de doscientos mensajes- se muestra todavía más crítico: «Creo que no vale la pena meterse a discutir todas las esoteridades que se leen en este artículo y admiro la paciencia de quienes le han dado relieve», dice.