Al obispo artífice de la modernización de la ciudad

La Voz

LEMOS

08 jul 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

A vuelapluma y sin tiempo para pensarlo mucho, el gerente del Plan de Xestión do Xacobeo, Ignacio Rodríguez Eguíbar, propone dos nombres: el del obispo Odoario y el de Celestino Fernández de la Vega. A este último lo eligió, como los demás, por su talla intelectual, por su obra y porque aún sigue siendo un desconocido para la mayoría de la población. En el caso del obispo Odoario, Rodríguez Eguíbar argumenta que fue el modernizador de la ciudad en un momento en que estaba destruida, con muy pocos habitantes y prácticamente sin infraestructuras. «Puxo a Lugo en valor tras a desfeita na que se atopaba», dice el gerente del Xacobeo, que le reconoce al prelado haber utilizado el poder que tenía, que también era civil y económico, en beneficio de la colectividad. La directora del Arquivo Histórico Provincial, Dolores Pereira, propone a numerosos personajes lucenses, comenzando por el fundador de la ciudad. En su relación figuran Rof Codina y Rof Carballo, Vázquez Seijas, Trapero Pardo, Carballo Calhero, Rafael de Vega e incluso las Irmandades da Fala, que celebraron aquí su primera asamblea. También aprovecha para manifestar su gusto por las fuentes, que deberían estar por toda la ciudad. Pestana e Isidro Novo En el caso del escritor Isidro Novo la respuesta es inmediata: Currinche merece una escultura. ¿Por qué?, porque de los más de 70 años que vivió, sólo trabajó dos y medio, de modo que sería un monumento a la vagancia. No le disgusta el dedicado a Pimentel y es partidario «doutro tipo de lembranzas». También lo es el escultor Paco Pestana, detractor de los bustos, que defiende esculturas modernas dedicadas a temas o situaciones, más que a personas, que ya las tienen. El portavoz del BNG, Lage Suárez, le pondría una a Manuel María y, en todo caso, con consenso.