La plaza de la Compañía, un fugaz museo del automóvil

Francisco Albo
Francisco Albo MONFORTE

LEMOS

Crónica | Una jornada dedicada al automovilismo histórico La exhibición de los antiguos vehículos que participan en el Rally de Invierno despertó gran interés entre los vecinos de Monforte

20 ene 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

?a celebración del séptimo Rally de Invierno Casino-La Toja convirtió ayer la plaza monfortina de la Compañía en todo un museo del automóvil. Allí estuvieron expuestos a lo largo de mañana los vehículos que participan en esta prueba de clásicos deportivos, despertando un gran interés entre los vecinos de todas las edades. Aparatos fotográficos y móviles provistos de cámara estuvieron funcionando de forma casi continua, ya que fueron muchos los que quisieron quedarse con un recuerdo visual de estas históricas máquinas, fabricadas en su mayor parte entre 1950 y 1974. El más joven de los participantes fue un Fiat 131 Abarth de 1976. Los vehículos llegaron de diversos puntos de la Península -Lisboa, Oporto, Bilbao, Pamplona, Ávila y Oviedo, además de diversas localidades gallegas-, pero la presencia portuguesa fue especialmente destacada, tanto por el número como por la vistosidad de los automóviles. Llamó especialmente la atención un Mercedes Alas de Gaviota perteneciente al Auto Museu da Maia -en las proximidades de Oporto-, entidad que pagó en torno a 360.000 euros por poseerlo. Pero también atrajeron muchas miradas, disparos fotográficos y comentarios admirativos otros espectaculares modelos. Un Renault Alpine azul y un Lamborghini Urraco blanco fueron algunos de los que consiguieron arremolinar más espectadores a su alrededor. Despertó asimismo bastante interés un Volvo PV44 fabricado en 1947 -el más veterano de todos los modelos que tomaron parte en el rally-, con unos elegantes intermitentes en forma de gema. Pero no fueron pocos los que se inclinaron decididamente por un Chevrolet Corvette azul y blanco. «Este é o máis bonito de todos», opinaba muy convencido un vecino entre los gestos de asentimiento de otros visitantes. En la exhibición predominaron claramente los Porsche -representados por numerosos modelos de diversas épocas, formas y colores- y también hubo una importante presencia de Minis (Morris y BMW). Menos numerosas fueron otras marcas clásicos también presentes: Alfa Romeo, Aston Martin -el favorito de James Bond-, Jaguar, Lancia Fulvia, Morgan, Maserati, Austin, MG, Datsun, Sunbeam Rapier, GI Cortina... Y entre tanto glamur automovilístico también se asomó, sin complejo alguno, un modesto Renault 12. Con todo, hubo quien echó de menos la presencia de algún otro clásico popular. «Pues no hay ningún Seat 600, con lo mucho que anduvieron aquellos coches en esos tiempos», comentaba un visitante. La afluencia fue constante desde las nueve y media de la mañana, hora en que se concentraron los coches en la Compañía, hasta las tres de la tarde, momento en que se inició la salida, hacia A Toxa, donde su llegada estaba prevista a última hora de la tarde.