Un vecino de Quintela de Leirado causó disturbios en el pleno que la corporación municipal celebró esta semana. Minutos antes, se celebraba una comisión de Cuentas. Enrique Lloves, de 55 años y vecino de Fonxán, abrió con fuerza la puerta, entró e insultó a los ediles reunidos llamándoles corruptos, ladrones y aplicándoles otros calificativos. El alcalde, José Antonio Pérez Cortés, le pidió que saliese, que después habría pleno y podría seguir la sesión. Pero el hombre ocupó la silla de un concejal ausente y no cesó en sus calificativos. Dijo que de allí no lo levantaba nadie y que se quedaba a vigilar y a controlar a los munícipes en comisión. Los ediles del PP y PSOE salieron para empezar el pleno en otra sala. También lo hizo Enrique. A la hora fijada, este vecino volvió a dirigirse en voz alta a los concejales insistiendo en llamarles corruptos. Hubo llamadas de atención del alcalde y de los asistentes pero ante el empeño de Lloves, Cortés pidió la presencia de la Guardia Civil, que tampoco consiguió callar al protagonista, quien les dedicó insultos también. Como no pudieron reducirlo, el pleno siguió y pidieron un agente más. Enrique no quiso dar el DNI pues decía que los únicos desconocidos eran los guardias civiles. Fue detenido por resistencia y desobediencia a la autoridad y pasó a disposición del Juzgado de Bande. El alcalde lamenta los hechos y recuerda que tuvieron que poner candado a los tablones de anuncios para que el acusado no se llevase los papeles.