Acusa a su ex marido de seguirla y amenazarla por la calle

La Voz LA VOZ | OURENSE

LEMOS

El hombre fue juzgado por quebrantar una medida de alejamiento La defensa dice que fue un encuentro casual en el centro porque viven lejos uno del otro

25 may 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Rogelio Domínguez fue juzgado ayer por un delito de quebrantamiento de condena y otro de atentado más una falta de lesiones. El Juzgado de lo Penal número 1 de Ourense lo había condenado el 11 de mayo del 2000 a no acercarse a su esposa durante 25 meses. Esa pena comenzó el 30 de marzo del 2002 y debía acabar el 17 de abril del 2004. Pero el 19 de febrero del 2004, hacia las seis de la tarde, se encontraba en la rúa do Paseo. Por allí andaba su ex mujer. Él dice que no la seguía sino que vio que se metió en una perfumería y que él estaba delante del Gobierno Militar. «No hice nada ni tenía pensado hacer», señaló. Al rato, cuando se hallaba él en una heladería, llegó la Policía Local para identificarlo. «No comprendo cómo los policías me apalearon, no me pidieron que me identificara», indicó añadiendo que por esos golpes le dio un ataque. Negó haberles agredido. Su ex mujer declaró que ella iba a hacer un recado y notó que él la seguía diciéndole: «Espera, espera». Ella, por miedo, se metió en una perfumería, pidió que cerraran la puerta y que llamaran a la policía. «Él estaba mirándome desde el otro lado de la calle», manifestó. Dijo, además, que cuando la policía llegó, hubo un forcejeo porque Rogelio se puso violento. Empujones Un agente declaró que el acusado se negó a identificarse y que dio un empujón tanto a él como a sus compañeros. «A mí me dio patadas en las piernas y a otro compañero le dio un puñetazo en la cara», expuso el policía. Otros agentes confirmaron que fueron insultados y que invitaron a Rogelio a acompañarles a la comisaría, momento en se mostró violento. La médico señaló que este hombre diferencia el bien del pero no sabe si puede entender el alcance de la medida de alejamiento. Añadió que cree que todo está confabulado contra él, que casi nunca controla sus impulsos y que padece trastorno paranoide de la personalidad. El fiscal pide para él 18 meses de cárcel, una multa de 18 meses a seis euros diarios y otra de 45 días a seis euros diarios. Recordó que este acusado tene el domicilio en Pontedeva. Añadió que este caso consguió «quitar el sueño» al Ministerio Público últimamente por tiempo atrás la mujer tuvo que tener protección policial. La acusación particular pide una multa de 24 meses a 12 euros día y cinco años sin poder acercarse a su ex mujer. La defensa dijo que Rogelio viene a Ourense a ver a sus hijos y que se hospeda en una pensión próxima al Paseo. Su ex mujer vive en la avenida de Portugal por lo que fue fortuito que se encontraran en el Paseo. Recordó que al ser pensionista pasea por allí y que nadie le marcó los metros de distancia de su ex esposa. Pidió la eximente por su trastorno paranoide y que su resistencia a los guardias no fue brutal. Como no se acreditan los daños, propone la absolución.