HEMEROTECA El Estatuto de autonomía de Galicia empieza a debatirse en el Congreso

Carlos Fernández A CORUÑA

LEMOS

SUCEDIÓ HACE 25 AÑOS

06 oct 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

El largo camino del Estatuto de autonomía de Galicia parecía que tocaba a su fin en los primeros días de octubre de 1979. Con un partido convertido en mayoría minoritaria, como la UCD, todo parecía que se iba a desarrollar de acuerdo con sus deseos. Y la intención era, como luego se demostró, que se quería utilizar a Galicia como conejo de indias de la ralentización autonómica, una vez despachados los dos textos estatutarios vasco y catalán, considerados de primera división. Iba a haber, evidentemente, roces entre los propios centristas gallegos (a cuyo frente estaban José Luis Meilán Gil, Pío Cabanillas y Antonio Rosón Pérez) y el Gobierno y la UCD central, actuando el ministro de la Presidencia, José Pedro Pérez Llorca, de martillo de herejes. Antonio Fontán, teórico ministro de las autonomías, y el presidente del Gobierno quedaron al margen. En el PSOE sucedió algo parecido. De un lado, Alfonso Guerra y de otro, los socialistas gallegos. Celso Montero y el entonces secretario general, Rodríguez Pardo, mantenían posturas cautas, en tanto que la ejecutiva regional se mostraba menos transigente. Los nacionalistas gallegos pretendieron apoyarse en sus homólogos vascos y catalanes, sin mucho éxito, aunque Miguel Roca siempre estuvo en contacto con el Partido Galleguista.