Las ruinas del monasterio de Loio atraen a visitantes extranjeros pese a su abandono

Francisco Albo
FRANCISCO ALBO MONFORTE

LEMOS

ALBERTO LÓPEZ

El Concello de Paradela proyecta rehabilitar los restos de la fundación medieval, ubicada en el entorno del Camino de Santiago Las ruinas del monasterio de Loio, en el municipio de Paradela, atraen cada año a buen número de peregrinos y viajeros, a pesar de encontrarse en un lugar agreste de difícil acceso y totalmente invadidas por el bosque y la maleza. La celebridad histórica de este lugar, que durante mucho tiempo pasó por ser la cuna de la Orden de Santiago, lleva a muchos visitantes extranjeros a interesarse por él. El alcalde de Paradela, que acaba de asumir la presidencia de la Mancomunidad de Municipios do Camiño Francés, proyecta solicitar fondos para rehabilitar estas ruinas y aprovechar su atractivo turístico y cultural.

02 ene 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

La importancia del monasterio de Loio en la historia de la ruta jacobea sigue siendo bien patente hoy en día. Muchos de los peregrinos que pasan por Paradela -entre ellos, numerosos extranjeros- se interesan en conocer el lugar que durante mucho tiempo fue considerado como la cuna de la Orden de Santiago. Esta amplia fama contrasta con el estado de abandono en que se hallan los restos de la antigua fundación monástica y las dificultades que supone acceder a ellos. Uno de los principales vestigios de la existencia del desaparecido monasterio consiste en un conjunto de terrazas de cultivo y restos de construcciones agrícolas que pertenecieron en su día a los monjes y fueron aprovechadas después por los vecinos de la zona. Entre estas ruinas puede verse un antiguo sepulcro tallado en una roca. El lugar, totalmente invadido por el bosque y la maleza, se halla en una ladera empinada de la estrecha garganta del río Loio, cerca de la localidad del mismo nombre. En busca de fondos La rehabilitación de estos restos históricos supondría un importante incremento para la oferta turístico-cultural de la ruta jacobea lucense, según opina el alcalde de Paradela, José Manuel Mato. El mandatario, que acaba de asumir la presidencia de la Mancomunidade de Municipios do Camiño Francés, espera que el monasterio de Loio pueda ser recuperado y acondicionado para las visitas turísticas en un plazo no demasiado largo, al igual que otros espacios de interés histórico y arqueológico diseminados por el entorno de la ruta de las peregrinaciones. Para ello, la entidad que preside confía en conseguir fondos de la Xunta, el Gobierno central o la Unión Europea. Mato reconoce que acondicionar estas ruinas requeriría una importante inversión. «Habería que facer un estudio arqueolóxico da zona e desbrozar a fondo as ruinas e os camiños que levan alí, o que vai dar bastante traballo», señala.